viernes, 19 de marzo de 2010

El peso del silencio

Hola lectores

Desde un día pesado de verano, les envío “El peso del silencio” un raye donde se destaca el contenido de los silencios.

Un abrazo

Pascual



EL PESO DEL SILENCIO



Mi silencio y una inclinación profunda para poder oír el mensaje, para hacer de él lo que sentía. Excitada inocencia infantil de poder estar juntos y volar en una silla rota, precipitarse, avergonzarse y padecer la vida. Sorprenderme de mis ganas, mis recreos y valentía. De abandonar la suerte, morder manzanas sin perder los dientes, volver a cocinar, preparar el mate con café y volver a tener mujer. Sin el silencio irresistible de la espera, ésta, es una ansiedad, una eternidad de dolor, es la que le dice basta a tus pulmones. En la guardia de que hospital voy a quejarme por la respiración, si el jadeo de un cuerpo que huye a cada instante, proviene del dolor del alma. No es el peso del sobrepeso, no es una cuestión de obesidad. Hay una historia donde pesan más los pecados ocultos que los años. El engaño es el resultado de las cenizas frías, es la hora de pagar por las semillas mal sembradas, la hora de cosechar espinos y sangrar hasta el alivio.

Pascual Marrazzo ©

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