miércoles, 31 de marzo de 2010

Fotografía masculina

Hola lectores

Desde un día gris y ventoso de otoño, les envío “Fotografía masculina” Un raye que hace referencia a la mirada de algunos hombres (casi todos) aunque un amigo mío dijo que él sólo miraba los ojos (algunos casi mueren de la risa). De todos modos la viña del señor tiene de todo y una mujer inspiradora es lo que vale, no importa con qué.

Un abrazo

Pascual




FOTOGRAFIA MASCULINA




Norma tenía una pinta de rigurosa exuberancia. Un pantalón de cuero le contenía con esforzada tiranía, sus nalgas prominentes. En el tobillo derecho lucía una pulsera roja. Como no usaba sostenes su blusa traslúcida me hacía vagabundear los ojos por todas sus vertientes. Solamente un ciego podría desistir honorablemente la andanada de hormonas gratuitas que provocaba. Había que ser muy buen piloto para no volcar, un fugitivo de las obligaciones, mutilarse la sesuda en una procesadora nueva. Crucificarse frente a semejante atentado, dulcificar, dialogar y filosofar para no enardecer y derretirse en esa tina hirviente.


Pascual Marrazzo ©

martes, 30 de marzo de 2010

Extraño mi corazón

Hola lectores

Desde un día gris con olor a promesa de lluvia, les envío “Extraño mi corazón” Un raye de la vida que propone volver al corazón que no se rendía a la razón. El que en realidad llevaba el amor a su extrema intensidad.

Un abrazo

Pascual



EXTRAÑO MI CORAZON



Es de la ceguera del amor que me ha curado el matrimonio, pero ahora que divorciado y desnudo me atrapan los harapos de la vida. Es mi razón que corre mientras el corazón sólo late y viaja en pequeñas jornadas. Ha quedado en libertad, es libre y no hay nada para festejar. Es lo peor que le puede haber pasado. Un corazón en libertad es la jaula del hombre que habita y ese hombre soy yo, más la tortura de no existir. Hubiese preferido un corazón a la deriva, aunque éste fuera el camino del sufrimiento. El corazón roto del desenlace o el corazón silencioso de la muerte. Quisiera volver a mi corazón sangrante, ese que soportaba las pasiones en toda su intensidad cuando no existía la razón ni el presentimiento y tenía la arrogante felicidad de ser soltero. Ahora vestido de años y cargado de experiencias que pesan, busco nuevamente la ceguera, el abandono de la razón y un corazón que vuele. Busco desesperadamente a esa mujer, que me lo pueda encarcelar.

Pascual Marrazzo ©

lunes, 29 de marzo de 2010

Estoy

Hola lectores

Desde un día gris y caluroso de Otoño, les envío “Estoy”, un raye que trata de los silencios que abruman con su presencia.

Un abrazo

Pascual



ESTOY




Siempre estoy, aunque me apoye en el silencio de un teclado perezoso o presione los números mudos de tu teléfono. Como una llama solitaria, temerosa, ahogándose en sus cenizas, al acecho de otra lengua de fuego que baile excitada y chispeen de alegría con la mía. Acorazando el corazón con el aire frío de esta noche, acuchillando tu ventana con las voces azules que cantan los jacarandaes. Bajo los palos borrachos que lucen las flores y las espinas del enamoramiento. Aferrado a tu nombre, entre todos los colores que dejan las sombras escondidas en las plazas. A la espera de que elijas un trozo de tu vida, un tiempo de tu mejor leño, mi corazón incandescente quiere arder contigo.

Pascual Marrazzo ©

jueves, 25 de marzo de 2010

Encanto

Hola lectores

Desde un día azul de otoño les envío “Encanto” Un raye donde se describe el encanto y el encantado, donde con muy pocas palabras se dice muchísimo.

Un abrazo

Pascual




ENCANTO




Tengo una primavera entre mis canas. Y en la piel cargada de memorias un perfume de flores silvestres. Nubes acollaradas en los lentes, claridad de atardeceres en mis ojos. Entre tantas entregas mi amor se ilusiona y en cada pérdida camina borracho, remolinea, se tumba, se levanta. Pero a pesar de todo te encuentro un encanto transparente, fuerte como un huracán. Sólo pensar en tus labios me hace volar la cabeza. Mi corazón destartalado tamborilea, se inflama, descubre curvas y curvas de cansancios, vertientes y estallidos en la luna, con un telescopio hartado de castigos. Pero tu ternura me enamora, se derrama en mis sentidos como un regalo del cielo. Es una sensibilidad que no tiene precio, vive en cada uno de nosotros. Sé que el encanto de una mujer, es un don que no está en su cuerpo, pero tú eres tan diferente, que hasta puedo embriagarme con las perlas que fluyen de tus ojos.

Pascual Marrazzo ©

domingo, 21 de marzo de 2010

En la arena

Hola lectores

Desde un día azul, primer día de Otoño, les envío “En la arena” Un raye de un enamorado que por alguna razón no puede ejercer el amor. En definitiva el conflicto de toda la vida contado de mil formas distintas. “Siempre hay problemas en el amor, nunca viene solo, lo importante es saber que no se debe renunciar a él, se trata de un regalo del Cielo.” –Pascual-

Un abrazo

Pascual



EN LA ARENA



Escribí en la arena para que se lean, en tus pechos para que se graben y en tus pies para que caminen, todos los te amo que tenía en mis labios.

En la arena blanda que guarda mi mente modelé tu imagen para retenerla y cuando la marea subió amenazante espumé mis manos, las convertí en puntillas para acariciarte.

Los pilares de tu indiferencia fueron escapando detrás de tu puerta, dejando el vacío con ese perfume que atrapó mi cuerpo… Sin poder besarnos.

Muchos días enteros sin poder tocarnos, pude conformarme con unas miradas, mas quiero que sepas, debo confesar, muchos días crueles… Sin poder amarte.

Pascual Marrazzo ©

viernes, 19 de marzo de 2010

El peso del silencio

Hola lectores

Desde un día pesado de verano, les envío “El peso del silencio” un raye donde se destaca el contenido de los silencios.

Un abrazo

Pascual



EL PESO DEL SILENCIO



Mi silencio y una inclinación profunda para poder oír el mensaje, para hacer de él lo que sentía. Excitada inocencia infantil de poder estar juntos y volar en una silla rota, precipitarse, avergonzarse y padecer la vida. Sorprenderme de mis ganas, mis recreos y valentía. De abandonar la suerte, morder manzanas sin perder los dientes, volver a cocinar, preparar el mate con café y volver a tener mujer. Sin el silencio irresistible de la espera, ésta, es una ansiedad, una eternidad de dolor, es la que le dice basta a tus pulmones. En la guardia de que hospital voy a quejarme por la respiración, si el jadeo de un cuerpo que huye a cada instante, proviene del dolor del alma. No es el peso del sobrepeso, no es una cuestión de obesidad. Hay una historia donde pesan más los pecados ocultos que los años. El engaño es el resultado de las cenizas frías, es la hora de pagar por las semillas mal sembradas, la hora de cosechar espinos y sangrar hasta el alivio.

Pascual Marrazzo ©

jueves, 18 de marzo de 2010

El peso de la pasión

Hola lectores

Desde un húmedo día de verano, les envío “El peso de la pasión” Un raye que trata de mostrar el sufrimiento de una pasión. Aunque la palabra pasión suena extraña (novelesca) El porteño la cambió por “Que metejón que te agarraste pibe” más tarde “Que mambo que te hicieron en la cabeza pibe” y luego “A este lo perdimos”. Lo cierto es, que esta especie de enfermedad deja tirado a más de uno o una. Y el único tratamiento eficaz lo da el amor.

Un abrazo

Pascual




EL PESO DE LA PASION



Me dueles, en los caramelos de tus ojos. Los caramelos de tus ojos, me duelen. Me dueles al abrirlos, descubriendo mi papel de enamorado, al desprenderte, cuando se estira mi piel o se retuerce. Me dueles, con tu tempestad a cuestas, con tu aparente indiferencia muriéndose de ganas, a toda hora con la ilusión de mis fantasías, en los recreos de la imaginación, en un sexo sin caprichos, en las orejas retorcidas de tu aritmética, en la nariz inflamada por tu perfume. Cuando aspiro, porque quiero respirarte, en el pecho y en la espalda, porque estás dentro de mí. En los ojos, sin la bendición de las lágrimas, porque no quiero dejar de verte. Me dueles en las rodillas, porque cuando el amor no se ejerce... pesa.

Pascual Marrazzo ©

martes, 16 de marzo de 2010

El esqueleto de mi amor

Hola lectores

Desde un día azul de verano, les envío “El esqueleto de mi amor” Un raye de huesos amorosos que a pesar de sus nombres sobreviven junto al erotismo de esta prosa, por momentos poética.

Un abrazo

Pascual



EL ESQUELETO DE MI AMOR



Mi amor tiene en su esqueleto, una percha donde cuelga sus pechos. Cuando se los abrocho con mis besos, muchos besos, es cómo si recorriese una flauta dulce que provoca en su boca suspiros de ángeles.

Mis manos la acarician, van descubriendo una forma de guitarra y en el abrazo, debajo de la piel, encuentran el encordado que se pega a las vértebras de un extremo al otro. Entonces, las punteo con mis dedos y comienza la sinfonía del amor.

Un sin fin de rótulas comienzan a moverse empujadas por el deseo, el quinto metatarsiano deja una falange del pie derecho aprisionado entre mis dientes a modo de juegos de cachorro.

Mi boca cabalga, sube y baja las escaleras de sus costillas, donde el tambor del corazón retumba.

Uno y otro fémur levantan sus rodillas y sus tibias abrazadas al peroné, se sostienen sobre mi espalda. Las tabas de la suerte están echadas y los tobillos se ahuecan para acunar mis besos.

La pelvis tiembla y los húmeros empinan los codos. Cúbitos y radios cruzan sus muñecas tras mi cuello y los metacarpos enredan las falanges en mis cabellos.

Su mandíbula empuja un mentón para morder y el parietal crepita mis uñas cuando le rasco la cabeza.

El esqueleto de mi novia está escondido, nadie lo puede ver. Es una orquesta, una bella orquesta.

Pascual Marrazzo ©

lunes, 15 de marzo de 2010

El camino

Hola lectores

Desde un día azul de verano, les envío “El camino” Un cuadro de algún pintor que fabricó un camino arbolado de ambos lados, donde el sol dibujaba escaleras de sombra. El camino se perdía en el horizonte de manera sinuosa y se lo veía extremadamente largo dentro del cuadro colgado de la pared. Uno podía elegir el lugar donde meditar, podía imaginar si terminaba en el horizonte o si venía de él. Si entraba o salía. Toda una vida estaba ahí, colgada de una pared de madera.

Un abrazo

Pascual



EL CAMINO




Hay un camino cercado de árboles robustos y muy pocas flores, donde el sol acuchilla reflejando su hoja. No sé cuando termina, sí que lo transito y estoy muy lejos de su mismo principio. Pero cuando miro hacia atrás, siento el alivio de no haberme quedado en algún cementerio. Cargo las sombras de mis pesares, las que pisé como si fuesen peldaños de escaleras. Nunca podré balancear con los momentos soleados de la felicidad, porque son ingrávidos, volátiles. Carecen del peso de la amargura quedando en esos dóndes y en el frenesí de los instantes en que uno se encuentra con la eternidad. Detrás de mí, el horizonte se agranda junto con la memoria atornasolada de tristezas, encuentra la geografía de la piel que calma. Busco aferrarme al presente con mis pasos rebeldes de pecados y fe. Entonces cumplo porfiadamente la promesa que tenía del mañana. Nunca me olvido de levantar la vista al cielo, de día me alumbro el cuerpo, de noche, el alma. Cuando vuelvo a mirar hacia atrás, me siento más fuerte, guardo el orgullo y escondo mi suerte. Por miedo, a que en cualquier esquina enganche una gripe que traiga la muerte. Pero es en esa última mirada hacia atrás, la que más duele. Donde te extraño, te extraño siempre.

Pascual Marrazzo ©

viernes, 12 de marzo de 2010

Dos deseos

Hola lectores

Desde un día azul de verano, les envío “Dos deseos” Un raye soñador, enseña que nunca hay que desechar el ofrecimiento de una flor y tampoco dejar de pedir deseos. Es de la única manera que se cumplen.

Un abrazo

Pascual



DOS DESEOS



Caminaba en una noche mágica, perfumada por los aromos que alfombran las veredas de bolitas amarillas. Una rosa púrpura a medio abrir se asomó por las rejas de un jardín implorándome su libertad. Quebré su tallo cuidadosamente, evitando las espinas, robé un poco de su fragancia y miré el cielo luminoso. Dos estrellas comenzaron a caer muy lentamente, las podía seguir con la mirada y alcancé a pedir mis dos deseos, para mi asombro iban a caer muy cerca de mí, se escondieron a la vuelta de la esquina. Corrí lo más rápido que pude, pero ya se las habían adueñado. Brillaban en unos ojos negros. No tuve valor para reclamarlas. Pero sí, para canjear la rosa y cumplir con mis deseos.

Pascual Marrazzo ©

jueves, 11 de marzo de 2010

Descubrimiento

Hola lectores

Desde un día azul y blanco de verano, les envío “Descubrimiento” un raye que trata del descubrimiento de la verdadera mujer, muchas veces disfrazada por razones sociales, educacionales, psicológicas o culturales. La belleza y el milagro de la libertad expresiva.

Un abrazo

Pascual



DESCUBRIMIENTO




Para descubrir a esta mujer no me hizo falta desvestirla de ropas, más bien de sus disfraces. Primero le ayudé a encontrar su verdadero vestido, el que le va mejor. Después, la alenté a que se pruebe uno y otro, porque eso es parte del sabor y de poder disfrutar del teatro de la vida. Cuando ella se convenció de quién era, le enseñé a volar. No hay nada más hermoso que ver batir las alas de un cuerpo femenino, se endiosa en el universo del amor y sus ojos se iluminan de estrellas. Es el momento en que su rostro se embellece y no hay artista que pueda pintar su maravillosa expresión. Este milagro siempre ocurre cuando tengo las manos llenas de caricias para su piel y me pesan. Los labios hinchados, cargados de besos para su geografía y la voz pulida en susurros para hablarle al oído. Es en ese instante, donde encuentro el beso especial para iniciar el despegue, un solo beso, el que me une a ella para siempre y nos cobija en una nube.

Pascual Marrazzo ©

miércoles, 10 de marzo de 2010

Depresión

Hola lectores

Desde un día azul de verano, les envío “Depresión”, un cuento donde una piensa en la común “depre” , otra en el enamoramiento de otra. Y uno simplemente enamorado de lo que podría ser. (Esta vida es tan complicada).

Un abrazo

Pascual


DEPRESION



Manuel Ramírez estaba deprimido, --“le agarró la depre y ahí anda medio perdidodecía Doña Remedios, su madre. Pero Morena, su novia, afirmaba que se había enamorado de la otra. Lo cierto es, que Manuel ocupaba un sitio colmado de desvelos. Habitaba la locura de sus sueños como una tormenta que transita el deseo. Navegaba huérfano de bitácora por sus siestas fugaces y soñaba con olas encrespadas que lo ahogaban. Despertaba siempre en el abismo de su aliento, pronto a estallar en la desmesura de un resplandor. Luego lo invadía un oasis de sosiego y olvido. Espacio necesario que lo rescataba de las consecuencias nefastas de un suicidio. Pequeños rescates que desalojaban la tristeza y mostraban un sendero inexplorado que Manuel no se animaba a seguir. Prisionero de si mismo, la cárcel más tenebrosa que tiene el ser humano, cumplía una condena de amor. Amanecía pensando en matarse, matarla o matarlo y se enredaba en la pasión, el embrujo y la ausencia. Frecuentemente diluía los riesgos en la quietud del horizonte y continuaba descolgando lágrimas. Derramaba elixires en su alquimia desde una cascada crujiente, esperando el milagro de un relámpago. Una señal encantada y cómplice que le devuelva la armonía, la ternura y el perfume de Morena. En otra mujer dulce, inventada por él mismo si fuera preciso y con su presencia invadir todos los rincones. Barrer con escoba nueva los trastos húmedos y liberarse de todo lo que la vida le había quitado. Transformar así la traición en gloria y volver a morder con placer. Indómito y bravío retomar un surco nuevo. Escapar de su celda distraída y encontrarse con su lengua traviesa a la vuelta de la esquina, para recomenzar la vida.

Pascual Marrazzo ©

martes, 9 de marzo de 2010

Delirio

Hola lectores

Desde un día gris, con olor a lluvia, les envío “Delirio” Un raye para los enamorados a distancia. Que los hay y muchos.

Un abrazo

Pascual



DELIRIO



Estoy resucitando un delirio con intenciones de tristezas sin alientos, con encanecidos dolores y orgullos desvanecidos. Busco un tren, un fuego donde derramar el amor. Nunca estuve tan ansioso de reincidir, llegar a tu lado y coincidir, Descubrir que no es un juego esto de gustarse desde lejos, muriendo borracheras en la extraña y pálida mañana. De qué vale coquetear respuestas sobre sombras desteñidas, casi sin dueños. Necesito encontrarte y existir sin esconder los miedos del enamoramiento, el presentimiento de perderte. Desespero, la espera desespera, busco un silencio de colores, una cerilla que encienda en tu piel una lámpara de amor y te vista de luna atardecida en el crepúsculo. Un lugar para mi sorprendido corazón, donde ya ni la muerte hace caso, se la invoca y no asiste.

Pascual Marrazzo ©

lunes, 8 de marzo de 2010

El día internacional de la mujer

Hola lectores

Desde un día gris, pesado y caluroso de verano, les envío Un feliz día para todas las nenas y “El día internacional de la mujer” Un cuento breve de la época de los 90 relacionado con ese día.

Un abrazo

Pascual



El canillita, pedaleaba y pedaleaba gritando a viva voz.

- ¡ Diareoó ! ¡ diareoó ! ¡ se conmemora el día internacional de la mujer, se conmemora !

- ¡ Diareoó ! ¡ diareoó ! ¡ en la pista de Anillaco podrán aterrizar lo avione intercontinentale!

- ¡ Diareoó ! ¡ diareoó ! ¡ el crimen de Cabeza y los narco !

- ¡ Diareoó ! ¡ diareoó ! ¡ calentito lo diareoó !

De pronto se dio cuenta y se dijo.

- Uia, si es el día de las minas, hoy es el día de la Coca, la Teté, también de la Pocha y la Chilindrina, de Doña Justa y la Porota, La Dientuda y La Pechito de paloma.

Salió como un bólido en dirección a la parada, para darles el feliz día, pero al parecer no tuvo mucho éxito.

- Estas chancletas son unas locas, son. Parece que fuera el día del reviro, parece. Porque ni pelota que me están dando, me están.

Entonces volví a leer el diario y mirando bien vi que le habían dado el premio a la Fortabat.

- ¡ Claro ! Celos de mujeres…

Pascual Marrazzo ©