jueves, 11 de marzo de 2010

Descubrimiento

Hola lectores

Desde un día azul y blanco de verano, les envío “Descubrimiento” un raye que trata del descubrimiento de la verdadera mujer, muchas veces disfrazada por razones sociales, educacionales, psicológicas o culturales. La belleza y el milagro de la libertad expresiva.

Un abrazo

Pascual



DESCUBRIMIENTO




Para descubrir a esta mujer no me hizo falta desvestirla de ropas, más bien de sus disfraces. Primero le ayudé a encontrar su verdadero vestido, el que le va mejor. Después, la alenté a que se pruebe uno y otro, porque eso es parte del sabor y de poder disfrutar del teatro de la vida. Cuando ella se convenció de quién era, le enseñé a volar. No hay nada más hermoso que ver batir las alas de un cuerpo femenino, se endiosa en el universo del amor y sus ojos se iluminan de estrellas. Es el momento en que su rostro se embellece y no hay artista que pueda pintar su maravillosa expresión. Este milagro siempre ocurre cuando tengo las manos llenas de caricias para su piel y me pesan. Los labios hinchados, cargados de besos para su geografía y la voz pulida en susurros para hablarle al oído. Es en ese instante, donde encuentro el beso especial para iniciar el despegue, un solo beso, el que me une a ella para siempre y nos cobija en una nube.

Pascual Marrazzo ©

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