viernes, 12 de marzo de 2010

Dos deseos

Hola lectores

Desde un día azul de verano, les envío “Dos deseos” Un raye soñador, enseña que nunca hay que desechar el ofrecimiento de una flor y tampoco dejar de pedir deseos. Es de la única manera que se cumplen.

Un abrazo

Pascual



DOS DESEOS



Caminaba en una noche mágica, perfumada por los aromos que alfombran las veredas de bolitas amarillas. Una rosa púrpura a medio abrir se asomó por las rejas de un jardín implorándome su libertad. Quebré su tallo cuidadosamente, evitando las espinas, robé un poco de su fragancia y miré el cielo luminoso. Dos estrellas comenzaron a caer muy lentamente, las podía seguir con la mirada y alcancé a pedir mis dos deseos, para mi asombro iban a caer muy cerca de mí, se escondieron a la vuelta de la esquina. Corrí lo más rápido que pude, pero ya se las habían adueñado. Brillaban en unos ojos negros. No tuve valor para reclamarlas. Pero sí, para canjear la rosa y cumplir con mis deseos.

Pascual Marrazzo ©

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