martes, 31 de marzo de 2009

La promesa

Hola lectores
Desde un día azul de otoño tibio y verde, les envío "La promesa" Si alguien no lo entiende, es porque cuando lo escribí trataba de imitar a Borges (no lo digo para mofarme, sino con cariño y respeto).Todas las palabras de este cuento tienen un significado, un mensaje, no sobra nada y lo que está, está por algo. (como lo que escribiría el maestro).
Visiten los blog: http://pascualmarrazzo.blogspot.com

http://tienetintatutintero.blogspot.com

Y recuerden de dejar sentado en un comentario que lo visitaron.
Un abrazo

Pascual

LA PROMESA

Carmelo Parisi yace en su féretro de lujo, amortajado en sedas blancas y puntillas bordadas en oro. Su rostro, ajado por más de setenta y cinco años, ocupa un diminuto lugar dentro de todos los ornamentos.

A su lado, Catalina, la joven viuda, parece un símbolo, un trofeo manchado de tules y ropajes negros.

Su seguridad contrasta con el momento. Detrás de ella debe haber una historia que forjó su temple, seguramente, encadenada a la del difunto.

El murmullo de las comadres en los pasillos de la sala mortuoria, sin quererlo, fue descifrando el enigma, que yo, conocía a medias.

- Pobrecita, tres meces de matrimonio y el destino maledeto que la deja sola.

- Má non tanto destino, le dieron cuatro tiro, le dieron.

- Yo no sé, como se fue a encariñar con un viejo mafioso, todos saben que fue él, quien mandó matar al padre de Catalina.

- Pobre chica, nació para sufrir.

Cuando me acerqué al muerto, recordé su última expresión. Ella, me cruzó una mirada de agradecimiento y movió sus labios, como reafirmando el premio.

Pascual Marrazzo ©

Del libro “Los Cuentos de Pascual”

Ediciones Tu Llave, colección: Nosotros el Sur


lunes, 30 de marzo de 2009

La despedida de Mingo

Hola lectores
Desde un día gris de otoño tibio y hojas rebeldes, les envío "La despedida de Mingo". Una despedida real, que uno hubiese querido que termine como este cuento.
Un abrazo.
Pascual.

LA DESPEDIDA DE MINGO

Hay muchas clases de despedidas, y ésta es una de ésas que no se pueden repetir. Por lo tanto hay que esmerarse para que todo salga bien. A mí, como único hermano, me tocó la responsabilidad de organizarlo todo, hasta el último detalle. Primero una basta y prolija lista de familiares y amigos, luego horas y horas de llamadas telefónicas preparándolos a todos para despedirlo. Cada uno de ellos hacía la apología del adiós como si el que se fuera, fuese yo. Nadie se contentaba con esperar el día de su partida. Todos me explicaban las razones por la cual él no se tenía que ir. En vez de aliviar mi responsabilidad, cada llamado era una carga afectiva más sobre mi espalda. Sentía el pago de reunirlos a todos, era una fiesta personal para Mingo, donde yo junto con la memoria de mi viejo sería el abanderado. Después se sucedieron un sinnúmero de detalles: que la sala, que los adornos, los autos, las tarjetas, los avisos en los diarios, qué sé yo cuántas cosas más tendría que superar si cuando todo estuvo listo,…el Mingo no se murió.

Pascual Marrazzo

Del libro “Los cuentos de Pascual”

Ediciones “Tu llave” Colección: “Nosotros del Sur”






viernes, 27 de marzo de 2009

La adopción

Hola lectores

Desde un día GRIS caluroso de otoño, les mando "La adopción" con un párrafo sacado de una biografía de Napoleón Buonaparte, que refiere sobre la adopción. Este hombre fue uno de los precursores de las leyes que protegen al menor teniendo muy en cuenta el punto de vista del niño. Dejen mensajes en mis blogs.

Mis blogs: http://tienetintatutintero.blogspot.com

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Un abrazo.

Pascual



LA ADOPCIÓN

“¿Qué es la adopción? Una imitación por medio de la cual la sociedad quiere remedar a la naturaleza. Es una especie de nuevo sacramento… El hijo de la carne y de la sangre pasa, por voluntad de la sociedad, a la carne y la sangre de otro. Es el acto más grande que imaginarse pueda. Da sentimientos filiales a quien no lo tenía y, recíprocamente, de sentimientos paternales. ¿De dónde debe, pues, emanar éste acto?. De lo alto, como el rayo.”

Napoleón

La vida de las mariposas dura veinticuatro horas, me quedan noventa vidas de mariposas. Consuelo de tontos o tontos consuelos que encierran misteriosamente las raíces profundas de la naturaleza.

Ellos no saben que yo sé; los oídos deberían tener algo, algo que los protejan de las cosas que no deben de escuchar ¿Por qué tenía que ser ahora, ahora que he cumplido el más hermoso de mis sueños, el de tenerlos a ellos? Son tan buenos, tan agradecidos ¿Quién mediará en sus pequeñas riñas? Debería pensar en ponerme las alas y volar para ganarle al tiempo, dejarme seducir por cada flor para alejar la muerte.

Ella con su cara llena de pecas y él, con su piel de sol, son tan tiernos. Me da pena mirarlos ahora, los siento tan frágiles. Si me hubiera ocurrido esto antes de la adopción, entonces no existiría el vínculo que hiere lo que más queremos y yo… sería libre. Libre para vivir aunque más no sea la fantasía de una vida corta y plena. Me aterra el dolor de la agonía de estar con ellos, sabiendo que tengo que dejarlos… Intuyen que yo sé, ya no juegan como antes, hace días que no los veo reír. Si pudiera encontrar a alguien que me suplante, y los quiera como yo, alguien que tenga mucho dinero porque en Norteamérica se puede…

“Somos todos iguales a la mirada de Dios”… ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!... “Es la voluntad del Señor”… ¡No!... Es la desidia de los señores… La monja decía que está en todos lados, me dormía mirando la oscuridad y lo veía siempre. Cuando ellos vinieron pensé que los había mandado él ¿Dónde estará ahora? Me hace tanta falta… ¿Estará en la televisión? Por el llamado a la solidaridad – salvemos a Mariana cta. 444 – 333 ¿Quién cuidará de mis papitos, me irán a buscar nuevos papitos, allá en el cielo?...

Pascual Marrazzo ©

Del libro “Los Cuentos de Pascual”

Ediciones Tu Llave, colección: Nosotros el Sur


jueves, 26 de marzo de 2009

Esperando a mi dueño

Hola lectores

Desde un día azul caluroso de otoño les envío "Esperando a mi dueño". Una metáfora completa y profunda sobre el sufrimiento de la mujer abandonada.
No se olviden de dejar sus mensajes en los blog:

http://tienetintatutintero.blogspot.com y

http://pascualmarrazzo.blogspot.com

Un abrazo

Pascual


ESPERANDO A MI DUEÑO

Me siento muerta en mi cuerpo vacío; acostada espero a mi dueño que seguramente, hoy también volverá borracho. Las luces de las hendijas del rancho se van apagando para enseñar la noche. La noche que espera mi voz, mi llanto. Es preciso que él llegue, que me toque; que llene mi cuerpo de vida con sus caricias; con su aliento de vino, con su voz entonada por la bebida. La bebida… todo comenzó con ese vaso siempre a mano, con la separación de su mujer. Ella tomó tantos celos de mí, que un día estalló… ¡O ella o yo! Y me fue fiel, fiel para que le apañe las lágrimas, para consolar la falta de sus hijos. Fiel para entretener sus manos; para que esté siempre lista, esperando, callada y resignada a vivir por él.

El ruido de la puerta me anuncia su llegada; la luz esparce su brillantez sobre mi cuerpo desnudo. El camastro se inclina bajo su peso; sus manos bordean mis formas de mujer, acarician mi pecho encordado. Siento que revivo, que vibro; a mi boca redonda le cuesta contener el silencio. Sus labios se mueven en susurros de canto y sus manos como garras desprenden de mi pecho; la música… de guitarra enamorada.

Pascual Marrazzo ©

Del libro “Los Cuentos de Pascual”

Editorial Tu Llave colección: Nosotros el Sur

miércoles, 25 de marzo de 2009

El peaje

Hola lectores

Desde un día azul de otoño caliente les mando "El Peaje". Un cuento con historia, escrito cuando nos enteramos que íbamos a tener que pagar peaje sobre el nuevo y viejo puente carretero entre neuquen y cipolletti. Estas dos ciudades se complementan y la afluencia local es altísima (el negocio es multimillonario). Fue en el tiempo del remate argentino y la desidia contra el nacionalismo. A pesar de ser de una escritura breve, es muy expansivo y tiene muchas metáforas con un final impactante.

Un abrazo

Pascual


EL PEAJE

Alineados al costado de la ruta, los álamos vestidos de verde daban una sensación de custodios; ligeramente arqueados por el viento del sur se los podía ver provocadores y amenazantes. En la margen derecha se destacaba por su color amarillo y banderitas multicolores la cabina del peaje, como un fruto caído del cielo o desde Buenos Aires.

Unos cuantos autos en la fila y entre ellos yo avanzando unos metros y aumentando mis nervios; el conductor del primer auto gesticulaba mostrando un carné con evidente señales de enojo. Mientras la rubia lo miraba imperturbable como diciendo: “Poniendo estaba la gansa”. El del segundo auto, resignado, leía el diario (seguramente un retirado voluntario, privilegio que perdieron los purretes y ganaron los cuarentones) y el que estaba delante mío le daba a la bocina para mostrar su impaciencia, (parece que tiene trabajo el hombre, éstos la tienen todas en contra) yo en cambio, en busca de laburo me atormentaba pensando en cómo iba a enfrentar la situación. Cómo actuar? (decir simplemente no tengo un mango… o me afanaron la billetera) aunque lo que más me molestaba era el bochorno ante ella, perder la oportunidad de invitarla algún día (ya sé, empezar a buscar en los bolsillos, obstruir el tránsito y poner cara de estúpido hasta que me echen).

Avanza la fila, parece que el renegado pasó sin pagar (chapa oficial). Cada vez estoy más cerca, los nervios navegan en mi transpiración, empujados por la vergüenza de ser tan ratón.

Esta espera es una eternidad, todas las esperas son una eternidad, dan tiempo a pensar, a amasar todas las broncas del mundo. Es peor que haber esperado a los ingleses en Malvinas, al menos en aquella espera éramos inconscientes empujados por inconscientes, fue el despertar de un sueño en un drama irremediable. Ya estoy llegando, (que linda que es. Me seguirá saludando al pasar por el café) nuestras miradas se sostienen y me relajo en una actitud tonta de niño, pongo mi mano derecha en el bolsillo buscando algo que se que no tengo, mis dedos se tropiezan con la medalla del valor, se engarfian en ella… y sus palabras dulces como la miel entran en mis oídos: “Adelante, los peatones no pagan”.


Del libro: “Los cuentos de Pascual”

Ediciones: Nosotros Del Sur

lunes, 23 de marzo de 2009

El impuesto

Hola lectores
Desde un día azul caliente y empecinado en no dejar entrar el otoño, les envío "el impuesto" escrito en el inolvidable pasaje de Martínez El de la hoz por la economía argentina.

Un abrazo y que tengan un buen descanso mañana.
Pascual


EL IMPUESTO

Allá, en el valle de los sueños perdidos, Cayetano tenía la costumbre de trabajar, era poseedor de la herencia de sus ancestros y no concebía la vida de otra manera.

Producía las mejores manzanas del mundo y luchaba contra la adversidad de los inviernos duros y los veranos impetuosos de la Patagonia.

Un día cayó en la cuenta de que sus ingresos no alcanzaban para poder afrontar los impuestos y despidió al peón que le ayudaba en las tareas rurales.

Todo parecía estar solucionado con un poco más de trabajo. Pero el chancherío se le puso exigente y no quiso saber nada de ajustes. Cayetano no podía conformarlos y les impuso a las gallinas, a los conejos, y muy especialmente a los pavos, más producción para alimentar a los cerdos.

Las gallinas se encocoraron contra las pisadas de los gallos y dijeron que era una huevada eso de pasarse la vida haciendo fuerza para poner más huevos, cuando ni siquiera recibían un puñado de maíz.

Los conejos alzaban las orejas y se comían hasta las raíces de los pastos para reproducir, dejando las pieles para que los cerdos engorden y engorden.

Los pavos pavotes se desprendían de las pavitas y las plumas para que los chanchos engorden y engorden.

El tero se hacía el loco gritando de vez en cuando y tomando las palabras de todos, decía: al carajo con los impuestos.

La mulita escuchaba asustada y seguía escondida trabajando en negro.

La vaca tenía las tetas por el suelo de tanto que se las estiraban al pepe.

El cuis estaba preocupado porque en la chacra de al lado había una familia de laosianos.

Todo el vicherío sentía la presión del primer mundo y en su dolor y estrés, Cayetano, confundiendo a su propio perro con el de la DGI, le voló la cabeza de un tiro.

Desconsolado por haber matado a su mejor amigo y presa de la DGR o de los brutos ingresos de penurias que lo invadían se dirigió al chiquero y abrió las puertas.

Una bandada de cuervos se alineó sobre los alambres, los chanchos se comieron hasta las flores silvestres, las aves negras chillaban por sus honorarios. Mientras, un águila del norte manchaba con su sombra el valle de los sueños perdidos.

Del libro “Los cuentos de Pascual”

Editorial: Nosotros El Sur

viernes, 20 de marzo de 2009

El gran showman

Hola lectores

Desde un día azul de verano (menos mal que de noche comenzó a refrescar) les envío "El gran showman" un cuento fantástico que me inspiró un gran amigo cuando comenzaba con mis primeras letras.

Un abrazo.

Pascual


EL GRAN SHOWMAN

El escenario estaba montado. En él, predominaba el color amarillo y blanco; había muchos otros colores, pero todos pasaban desapercibidos. La luz era intensa, como en casi todos los escenarios. Y yo, sentado en la butaca dentro de él, relajé mi cuerpo a la espera. Mientras, mis ojos recorrían el techo, las máquinas de luces blancas semejantes a robots o animales del futuro, que fueron creando en mí ese estado nervioso de solo espectador. Pero la función tenía que comenzar y apareció el gran showman, sonriente… con dos grandes lentejuelas en los ojos, me miro como incrédulo, quizás por ser su único oyente. Empezando luego a contar sus chistes para, poco a poco inundarme de alegría, acercando su sonrisa, preguntando y contestando al mismo tiempo. Creando un monólogo perfecto, en el cual pareciera que uno interviniese. Y sin dejar de jugar con tubos, agujas y brillantes herramientas, como un gran malabarista, puso ante mí una muela podrida y me dijo:

- Ya está… mordé la gasa y aguantá todo lo que puedas.

Pascual Marrazzo ©

Del libro “Los cuentos de Pascual”

Para mi querido amigo el Togo Brown


jueves, 19 de marzo de 2009

Atrapados (cuento breve)

Hola lectores

Desde un día azul de verano caliente, les envío "Atrapados" un cuento breve perteneciente al libro "Los cuentos de Pascual" . Visiten los blog: http://tienetintatutintero.blogspot.com
Y el http://pascualmarrazzo.blogspot.com

Hagan comentarios no sean perezosos.

Un abrazo

Pascual


ATRAPADOS

La casa no era un lugar lúgubre ni misterioso, pero infundía cierto temor. La llamaban “La casa del escritor”, porque en ella había morado un sujeto famoso por sus narraciones espeluznantes. Sus novelas se materializaban en la realidad y cuentan que él mismo había sido victima de una de sus obras, en un triste y trágico final.

Habían pasado varios años y nadie perturbaba el lugar. Para mí, era una constante invitación a la aventura, al vértigo impaciente y al temor desconocido.

Sólo tenía que encontrar otra voluntad que me acompañe a superar el cerco y animarme.

Federico se sobresaltó cuando le propuse una pequeña incursión, pero se cuidó muy bien de no mostrar miedo alguno.

Comenzamos a elucubrar como entrar y satisfacer nuestra curiosidad. Alargábamos los días fantaseando sobre algún tesoro escondido o un baúl mágico.

Recordamos la lámpara de Aladino y vivimos muchos días de la imaginación. Sin embargo, un ánimo especial se fue formando en nosotros y una tarde, los dos supimos que había llegado la hora de probarnos.

La ventana cedió y logramos colarnos en la planta baja, la casa era de madera y tenía dos pisos. Una escalera invitadora serpenteaba el contorno de un salón semivacío. Todo estaba cubierto de un fino manto de tierra apenas lastimado por nuestras pisadas. Se notaba que el lugar estaba aquietado por el tiempo, sin embargo cuando llegamos a la planta alta, la biblioteca parecía tener vida. La brisa inflamaba una de las cortinas y ésta a su vez le daba movimiento a los rayos solares creando un ambiente fantasmal.

Sobre el escritorio, un libro abierto dejaba jugar sus hojas para uno y otro lado, hasta que una de ellas se desprendió. Dio unas volteretas sobre nuestras cabezas y se posó elegantemente en el dintel. Por alguna razón extraña los dos juntos hicimos el intento de rescatarla, pero la hoja no se dejó atrapar. Nuestros ojos atónitos siguieron la blanca figura, que deslizándose en el aire, fue a posarse en el campanario de la Iglesia en forma de paloma.

Todo indicaba que el libro podría ser el tesoro mágico que fuimos a buscar y ávidamente lo comenzamos a leer. Cuando llegamos a la página de la paloma descubrimos que en forma de palabras habíamos quedado atrapados en el mismo cuento.

Pascual Marrazzo ©

*Del libro “Los Cuentos de Pascual”


miércoles, 18 de marzo de 2009

El corcel (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano les envío "el corcel" una prosa poética con una metáfora que representa el alma del corcel.
Este es el último Raye de la serie. Gracias por haberlos leído.

Un abrazo.

pascual


EL CORCEL

Una hoja prendida de la rama de un roble, desesperadamente aferrada como si de ello dependiese su vida, aleteaba como si fuese un pájaro herido

Yo era un caballo rompiendo la alfombra ocre de las hojas y entre manchas amarillas y rojas humeaba mi hocico bajo el manto, rescatando la hierba, resoplando aquí y allá en la desesperación de la última cena.

El invierno se había llevado la espesura del paraje y se me fue enfriando el corazón. La nieve cubrió los espacios vacíos y trajo el silencio de los sepulcros.

Fue en ese preciso instante y no antes, cuando la hoja produjo un chasquido y se echó a volar.

De ahí comprendí que ella no se resistía al otoño, ni al viento, sólo al roble. La seguí con mi alma, pero ella volaba y volaba, como otro corcel alado.

Pascual Marrazzo ©


martes, 17 de marzo de 2009

El equilibrista (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul, les envío "El equilibrista" un raye que encierra un par de reflexiones. Bastante válidas para vivir este modernismo de violencia al acecho, donde no sabés qué te espera en cada esquina y la otra violencia, la que te tiene que entrar en la cabeza a presión, siempre a punto de reventar frente al sicólogo.

Un abrazo.

Pascual


EL EQUILIBRISTA

La impotencia es mala consejera y la potencia, ni hablar. Una, da resabios de venganza y la otra, envalentona. Las dos trazan un camino equívoco, premeditación generada por el odio y la pelea pura con que atropella el más fuerte. Pareciera que éste se corrompe, porque en la realidad de la historia, la ley del más fuerte nunca se ha rendido ante la razón. Por lo tanto, no es bueno ser poderoso; es tan malo como ser débil. Ni la calma chicha ni la tempestad: la moderación es el equilibrio perfecto para llevar nuestras vidas.

Es como cuando los valores que se logran con la humildad pierden su precio, el dinero los pervierte y la humildad se transforma en arrogancia.

Transito estos conceptos porque en realidad todos me critican por pasear por la cuerda floja, caminar sobre el cordón de la vereda, nadar entre dos amores, moderado entre el placer y el vicio. Nadie pondera mi equilibrio; me rehúso a la ignorancia de los sabelotodos (mentes inteligentes al servicio de la sabiduría popular, paradoja de lo popular que se aprende en la calle que te psicoanaliza y te arregla las neuronas). Mi psicólogo es una prostituta, le cuento todos mis males y ¡viva!.. Siempre salgo curado.

Pascual Marrazzo ©


lunes, 16 de marzo de 2009

El estallido de la burbuja (raye)

Hola lectores.

Hoy es un día gris claro, soleado. En partes, transparentes.Hay una brisa fresca que amenaza con una tarde ventosa. El otoño se insinúa descolgando algunas hojas ocres. Les envío "El estallido de una burbuja" .

Un abrazo.

Pascual.



EL ESTALLIDO DE LA BURBUJA

El universo se concentra en el íntimo lugar en que los amantes desnudan su alma, su piel y sus ilusiones; se visten de fiesta, se abrigan de fiesta y hambrientos de fiesta se dan un festín. Es el espacio de sus encuentros, donde palpita el amor oculto y se sufren las esperas desesperadas.

La madrugada los sorprende entre sábanas de cenizas tibias, acorralados de nostalgias. La ceremonia ha terminado, los rituales se cumplieron, sólo queda el ardor de la seda y las caricias, la sed de llamas y más brasas. Comienza la ansiedad de la próxima hoguera, la lentitud es un tormento, los besos suaves arden en la piel. Los trazos de las lenguas erizan los recuerdos y la pasión se prepara para el próximo torbellino.

Es un amor que ahoga con sus cuerpos generosos de placer, donde los pezones se rebelan y el pubis se convierte en la almohada de los sueños irrepetibles. Son los momentos compartidos de un éxtasis, que parecería imposible de superar. Sin embargo, la separación atomiza los reclamos del cuerpo, sufre de esperas y silencios. Espanta la cordura y deja que los duendes del recuerdo trabajen en la piel y las entrañas, se metan en las venas y eroticen la sangre. Las mentes dibujan las caricias, las que fueron y las que están por venir, planifican con ingenio lívido el recorrido del calor y aspiran el perfume salvaje de sus músculos descontrolados.

Gajo a gajo, los amantes completan las horas, juntos o separados, pero con la misma intensidad resisten el placer y la gloria. Las fantasías persisten, se tornan inagotables, afirman sin reticencias su frescura, se estrujan los caprichos en los ardores furiosos. Anhelan tenerse, amarse eternamente en el extremo de un sexo fuerte donde compiten por el estremecimiento de un orgasmo compartido. Hasta que uno de los dos rompe la burbuja e intenta ser único.

Pascual Marrazzo ©


viernes, 13 de marzo de 2009

El secreto (raye)

Hola lectores

Desde un día azul de verano les envío "el secreto" Y como es secreto no lo puedo comentar.

Visiten los blogs y difundanlos entre sus buenos amigos:

http://tienetintatutintero.blogspot.com

Y el http://pascualmarrazzo.blogspot.com

Un abrazo.

Pascual.


EL SECRETO

Tuve un secreto escondido y me llenó de ansiedad; es imposible que alguien hubiese podido escucharlo o contarlo. Sólo lo pude mantener oculto cuando lo guardé en el cofre del olvido, pero sabía que tarde o temprano el recuerdo me traicionaría y saldría a la luz. Fue algo íntimo, una creación propia; si alguien lo hubiese descubierto, mi tesoro habría desaparecido. Por ello lo cuidaba de las miradas y los oídos. O mejor dicho: de todos los sentidos. No era algo para haber guardado en la cartera o el bolsillo, no tenía forma ni peso específico. Sin embargo por su magnitud podría haber llegado a ahogarme. También escaparse, salir gritando o expulsado, volcando así el cántaro entero de mi alma.

Claro que esto no lo comprendí enseguida. Al principio se me coló como una esperanza, le hice un espacio en un trozo de soledad y lo abrigué con una manta de emoción. Pero el secreto fue tomando parte de mis sentimientos y me pedía comprensión. Se le dio por jugar con mi orgullo y mi razón. Despertaba temprano y se desayunaba con toda la melancolía de mi almacén. Agotó los frascos de furor y como era de esperar, creció. Valiente y gallardo, secuestró al dominio provocando una severa tensión en mi estómago. La emergencia no se hizo esperar: el secreto lucía mimetizado en un pimpollo rojo, picante. Se suspendía como un gran equilibrista en un tallo lleno de espinas que me rozaba el corazón. Ya no lo podía dominar. Crecía con la lluvia, con el rocío, con las lágrimas, crecía y crecía como una endiablada hiedra. Como una cuerda tentada y perdida en mi cuello enrollada al yugo del secreto.

Finalmente, un tedioso temblequear de mis rodillas me indicaba el rumbo del rendido Werther* o el grito disparado y certero que salió de mi boca como un trueno: “¡Te quiero!... ya no me aguanto más.”

Pascual Marrazzo ©

(* El primer suicidio por amor de la literatura clásica)


jueves, 12 de marzo de 2009

La rompiente (raye)

Hola lectores

Seguimos con los días azules y calurosos, ayer asistimos al último despertar de la luna llena del verano. En el lago Pellegrini la recibieron con mucha música y entusiasmo. Anoche nadie se quería ir a dormir y los bares usaban las veredas más que nunca, porque nadie quería estar adentro. La luna iluminaba como un sol de lámparas azules de bajo consumo.

Entren al blog y difúndanlo por favor, son los únicos que me pueden llevar a la fama: http://tienetintatutintero.blogspot.com

Un abrazo

Pascual.


LA ROMPIENTE

La arena de la playa todavía está caliente y me abriga la espalda. Es un día en que el cielo deshizo el algodón, lo tironeó y lo alargó formando figuras caprichosas que me volaron la imaginación. El sol ya está agonizante pisando el crepúsculo y gozo la mansedumbre de mis músculos.

Es en este precioso momento, que mi mujer comienza el rito de la rompiente. Capricho natural en ella amolar, romper la calma y el alma.

Tal vez tenga algo que ver con este mar, con las olas suicidas que unas tras otras, se estrellan contra las rocas. Se espuman de bronca, se revuelcan entre las piedras y salivan verdes algas en cada rugido.

Pero yo sigo el ejemplo de la arena blanda y la espero; no le pongo reparos, dejo que se amanse en esas largas e intermitentes puntillas blancas, iguales a las de su enagua.

Pascual Marrazzo ©


miércoles, 11 de marzo de 2009

Entre las sombras (raye)

Hola lectores.

Desde otro día azul de verano, espléndido y tengo que decirlo porque este verano parece de la costa azul. Les envío "Entre las sombras" un raye proveniente de las divinas oscuridades.
Pueden visitar el blog: http://tienetintatutintero.blogspot.com
Para no mezclar los gustos de la lectura he abierto un blog nuevo donde volcaré mis inquietudes: políticas, comunitarias, nacionales, actuales o históricas y todas esas cosas que uno considera un pensamiento de aporte democrático para construír una sociedad mejor:
http://pascualmarrazzo.blogspot.com
Un abrazo

Pascual.



ENTRE LAS SOMBRAS

Cuando las sombras se adormecen, acecha la oscuridad y me pierdo en el sabor del cuerpo de Marcia. Un silencio encantado le rumorea la piel y el rocío dibuja senderos que brillan en la caricia de mis manos. Esa delicada tibieza me atrapa con su música y olvida el rezongo de mi bandoneón, resoplando suspiros. La madrugada despierta nuestros cuerpos hechizados de desvelos (han soñado un amor salvaje y el telón de las tinieblas los descubre). Esa sombra despierta, se sacude y acribilla de claridad. Mientras, las almas presurosas corren a esconderse en los recovecos del corazón.

Otro interminable día nos espera y desespera, hasta que las sombras vuelven a adormecerse.

Pascual Marrazzo ©


martes, 10 de marzo de 2009

El sanador (raye)

Hola lectores

Desde otro día azul de verano, les envío "El sanador" Un raye, raye para descifrar. Aquel que pueda, me gustaría escuchar su comentario.

Un abrazo

Pascual.



EL SANADOR

No puedo dejar de parpadear, cuando me llegan las olas azules de tus ojos. Se rompen los silencios entre la mirada intermitente. El amor se adueña de mis deseos y los deshoja como a una margarita. La escarcha lo resucita en otro día más frío, hiere sin cuartel, me quema. Mi locura vuela como un pájaro roto y la música de mi alma suena a llanto de violín.

Sólo puedo mirarte los pies sin pestañar, y en paz, quemar mis manos en las caricias a tu empeine, aliviar el tobillo dolido y la palma. Usar para mi propio escarmiento, mis manos de sanador en el cuerpo de mis antojos.

No me reconozco, siempre me fue fácil pulsear la mirada de una mujer comedora de hombres.¿Por qué entonces, el amor me doblega y me quita la valentía de decir...? Atravieso a nado el hambre de quererte y me ahogo de ternura en tus pestañas húmedas.

Si no fuera que el enamoramiento emboba tanto y tú lo notas porque eres mujer, no tendría la persistencia de querer entrar dentro de tu alcoba. Pero mi pasión no tiene cadencias, es una misteriosa rapsodia que abre las entrañas del corazón, como si este fuese el instrumento de su música.

PascualMarrazzo ©


lunes, 9 de marzo de 2009

El niño y la lluvia (raye)

Hola lectores.

Desde un maravilloso día azul de verano les envío "la lluvia y el niño". La religión contiene la conciencia, pero nunca la injusticia. Las explicaciones teológicas no conforman a nadie. La ostentación del vaticano más sus riquezas, avergüenzan mi fe cristiana. De la misma manera que lo avergüenza a Cristo.

Un abrazo.

Pascual.



EL NIÑO Y LA LLUVIA

“La lluvia es un bautismo que reconforta la vida para todos los que viven en la villa. Tiene una pureza celestial, porque viene del cielo” -- me decía mi mamá cuando nos entraba el agua por todos lados. Yo le explicaba que había gente que se salvaba del bautismo porque se cubría con un paraguas. Pero ella me contestaba que a esos los iba a matar la humedad y un resfrío por no dejarse mojar. Después agregaba: “Aprovechen para bañarse y sacarse la mugre de las orejas”.

Seguimos siendo buenos cristianos, pero la verdadera historia es que somos muy pobres.

“Tu eres todos los sitios” -- le dice mi mamá en sus oraciones. Pero yo nunca lo pude ver. Ni siquiera cuando me moja.

Pascual Marrazzo ©

viernes, 6 de marzo de 2009

Hoy quisiera ser músico (raye)

Hola lectores.

Desde otro día azul, y no afloja el verano, ni los días maravillosos que tiene el clima del valle y para volver a la vida, después del raye de ayer, les comento que "Hoy quisiera ser músico".

Comentario: Este año la naturaleza, no nos trajo heladas tardías, ni piedra, ni vientos que ramearan la fruta. Fue tan buena esta madre, que apareció un hijo de la madre propiciando una huelga y cortes de ruta, que motivó la pérdida del 70% de la pera williams y otras variedades tempranas. Las realidades superan la ficción de los cuentos, en la argentina nada sorprende. Los escritores nos tenemos que esporzar en llegar primeros, pero siempre somos sorprendidos por el plagio cotidiano en el país del nunca acabar.

Un abrazo.

Pascual.



HOY QUISIERA SER MÚSICO

Hoy es tu cumpleaños y lamento no saber tocar un instrumento que me de la música que yo sueño para vos.

Un sonido suave que salga tras las palabras. Palabras con gargantas capaces de llevar los cantos de mi alma y arrullar el amanecer de tu sonrisa.

Me imagino decir Angélica con el acompañamiento de un coro de Ángeles y acordes de violines. Un vals alegre que mariposeé tu figura sobre un jardín florecido de deseos.

Una palabra azul que explote en el cielo, otra palabra dorada que la siga y reviente en mil estrellas y otras y otras. Que no falte mi nombre al amanecer con la luz del sol colándose entre tus ropas.

Si pudiese interpretar estas palabras con una corneta de carnaval, una matraca o un pito. Si supieras las ganas que tengo de ser músico. Le pondría tonos a tu respiración, a tus berrinches y a tus tristezas.

Pero de todos modos hay una palabra que voy a interpretar con el instrumento más vivo que el hombre tiene. Es un tambor sordo de latidos aquí en mi pecho, que parece resoplar y acompañarte para apagar las velitas. Pero fundamentalmente, para decirte amor.

Pascual Marrazzo ©

jueves, 5 de marzo de 2009

Acompañamiento (raye)

Hola lectores:

Desde un día azul de verano, les envío un "acompañamiento", el último acompañamiento.

Saludos,

Pascual


ACOMPAÑAMIENTO

Hoy el viento despoja de fantasmas los caminos bajo los álamos que me van entregando su reverencia y alguna que otras hojas ocres del otoño. La caravana coquetea en la curva y contra curva, la lluvia se acopla y va borrando mis huellas, mi corazón no se queja, sencillamente espera. Se huele un perfume de hojarascas y humedad. El coche fúnebre se detiene en el campo santo, me despiden y me bajan a mi última morada. Suelto el alma por el rectángulo de mi último cielo y los terrones comienzan a caer venciendo la luz. Es recién ahí que me declaro totalmente muerto.

Pascual Marrazzo ©

miércoles, 4 de marzo de 2009

El heredero (raye)

Hola lectores.
Desde un día azul, el gris de ayer se fue sin llorar, ni completar el día. Estamos iluminados desde hace mucho tiempo.Les envío "el heredero" un raye con una pizca de erotismo y otra de poesía, pero tiene un mensaje de alguien que ha caminado mucho y quiere recuperar el tiempo perdido. Además quiere despertar a la mujer que busca.
Un abrazo.
Pascual.


EL HEREDERO


He soportado una cadena de días grises para llegar al día azul de hoy. Pero nunca dejé de caminar por ese templo estremecido de ojos sin brillos, tampoco descansé en la indiferencia de los devotos escenarios. No me detuve en la beatitud infinita de las imágenes. Hubiese sido un juego, un capricho vano de querer animar el vacío de anticuados sombreros. Ahora timbrado de entusiasmo y rabiosa vibración, busco tu amor bajo este cielo nuevo. Recuperar las noches perdidas, desenredarte la apelmazada telaraña, llenar de luces tu abatida palidez y engalanarte de tocados centellantes.

Volver a ser galanteador, verte radiosa, recordar nuestras tiernas cartas y jugar con tus rulos. Beber del vino sabio, cantar y ser salvaje. Retomar mis malas costumbres de morder con mis dedos tus nalgas y la capilla ardiente de tu vulva. Guarecerme en el bosque como un guardamonte. Abandonar la fortuna y el castillo de cristal, rechazar la vulgaridad e indiferencia. Detenerme en el fondo de los jamases y confesar las razones de mis forzados pies, en la búsqueda de una mujer que me pertenece. Porque sólo tú, eres mi herencia.


Pascual Marrazzo ©



martes, 3 de marzo de 2009

Viajando por tu piel (raye)

Hola lectores.

Desde un día gris, al fín un día gris, les envío un raye poético. Nos hace falta un poco de lluvia, mañana les cuento.

Un abrazo.

Pascual


VIAJANDO POR TU PIEL

Mis ojos siempre reclamaron un viaje por los secretos y misteriosos caminos de tu piel. No tengo memoria para mis manos, pero siguen el fascinante fuego que las alumbra, las guía. En algún lugar han de encontrar la llave y el caudal de amor para saciar la sed.

Es tan bello el paisaje, tan perfecto el perfume, tan exquisita la bebida, que no hay resaca después de la embriaguez. Sólo la silenciosa paz del desierto ensombrecido y el vaso vacío.

Pascual Marrazzo ©

lunes, 2 de marzo de 2009

Barrio Plateado por la Luna 2009 (raye)

Hola lectores.

Desde un día Azul, amenazado de gris desde el este, les envío un raye de nuestra penosa realidad porteña. No quiero decir con esto que en el resto del país, esté mejor, al contrario, ocurren crimenes aberrantes con la problemática del alcohol y la droga. Pero en una sociedad más participativa que en cualquier momento va a dar mucho que hablar.
Anoche nuestro Intendente en el inicio de las sesiones del Consejo Deliberante enfrentó este tema con mucha valentía dando un mensaje que la sociedad Cipoleña estaba esperando de su gobierno.

Entren al Blog: http://tienetintatutintero.blogspot.com

Un abrazo.

Pascual.



BARRIO PLATEADO POR LA LUNA 2009

Los jóvenes mareados atornillaban la curda bajo un farol sin luz, mientras, a sólo unos metros el chofer de un taxi libre imploraba por su vida.

–“No me maten muchachos”.

Desde los zaguanes, como si fueran parlantes se escuchaba una música estridente, demoledora. La basura se alcantarillaba en cada esquina y las veredas ondulantes despegaban las baldosas luciendo los soretes de los perros. Después de revolcarse y dar vueltas carnero, las cajas de cartón se alisaban en el empedrado con la ayuda de las ruedas de los autos. Tres pibes encapuchados salían corriendo del kiosco.

– “Lo mataste boludo” – alcancé a escuchar.

Un hombre mayor, un abuelo, salió a la vereda y se crucificó con una mancha roja en el pecho. No alcanzó a decir nada, sólo abrió los brazos para caer como Cristo.

Un joven transeúnte marcó unos números en el celular y se lo llevó al oído. Se encogía de hombros y gesticulaba con sus manos. Después de unos minutos le pregunté: ¿Llamó a la policía o a la ambulancia? No – me contestó, llamé a mi novia para contarle de todo este quilombo.

Corrí al medio de la calle y paré un taxi: ¡Señor, señor, avise a la policía y que manden una ambulancia, por favor, ha ocurrido (……………!) – Y para eso me paras, ¡Boludo, no ves que estoy trabajando! …

Aceleró y me dejo mal parado en el medio de la calle, desde la vereda de enfrente una gruesa mujer que salía ofuscada de una tienda, me gritó:

-- ¡Usted, señor! ¿No se dio cuenta que esos pendejos de mierda me robaron y me manosearon o está de campana ahí, con esa cara de nada?

De pronto una sirena ululaba mis oídos como una perforadora, tuve que levantar las manos sin apartarme para que se detenga.

– “Es aquí, por favor vengan” – imploré.

-- “No podemos, respondemos al llamado de un socio que paga, hágase a un lado porque si el paciente muere lo haremos responsable.

Nuevamente me encontré en la vereda, la gorda me seguía gritando.

--¡Te pensabas escapar en la ambulancia, atorrante mal nacido!

Sabía que hubiese sido imposible un diálogo con esa mujer y como no le contestaba más furiosa se ponía.

-- ¡Me robaron, me manosearon, me manosearon!

No se cansaba de repetir. Seguramente, hasta pensaría que el tumulto era a consecuencia de ella y ni siquiera había visto el cadáver del pobre viejo, ni al tachero buscando el dedo que le cortaron. Algunas personas comenzaron a mirarme con recelo, me dieron ganas de correr, pero tuve miedo de que me culparan. Había quedado enjaulado entre tanta solidaridad y ya no pude hacer más nada.

Pascual Marrazzo ©