miércoles, 31 de octubre de 2012

Me desarmo




Hola lectores
Desde un día gris y pesado, les envío "Me desarmo" Un raye metafórico de cómo se desarma el cuerpo de un amante.
Un abrazo
Pascual 



ME DESARMO


Mi cuerpo que no  piensa,  ante  el  tuyo  se  desarma,  se le pierden las piezas más  vitales.  Ruedan  mis ojos sobre tu piel. Desde la punta de tus pies buscan las sendas de tus rodillas, se enmarañan en tu pubis, se acunan  en  tu  ombligo,  descansan. Mi lengua que viene  galopando detrás,  los expulsa,  vuelven a rodar, ahora hacia las  cimas  oxidadas de  tus pechos.  Pero ella no les da tregua, los persigue,  ruedan en tu boca,  ya los tiene.  Dos labios  apasionados  se cruzan en su auxilio y se funden en   tus   ojos.   He   perdido   las   manos,    los   dedos  sueltos, desparramados, se hunden en tus nalgas. Se escapa mi cabeza tras la quemadura de un collar de besos ardientes y siento,  cómo  un  corazón caliente me roba el sexo.

                                                                                                          Pascual Marrazzo ©

lunes, 22 de octubre de 2012

Los tres amores




Hola lectores
Desde un día lluvioso de primavera, les envío "Los tres amores" Un raye de observador de la naturaleza y la comparación metafórica.
Un abrazo
Pascual
 

LOS TRES AMORES


Una hoja  aferrada al  roble, sin  resignarse  al  otoño pregonaba su agonía, era un llamado desesperado. Tanto, que aquel zorzal la liberó de un picotazo. Ella revoloteó enloquecida  por  la  brisa, subió. Subió sedienta en busca de otro pájaro. Más abajo, en el campo, el viento hacía bailar una espiga de trigo alrededor de un cardo. Él no sabía de alegrías, sólo que sus espinas la podían lastimar. Ella desperezaba su trenza dorada sin temer su roce, sin miedo a llorar. Entonces él floreció y le inclinó el capullo para que lo bese sin causar dolor. Aquí en el granero gruñía una cadena que no me dejaba desatar el corazón. Con su trampa de eslabones perdidos entre herraduras de la buena suerte y clavos retorcidos, sacudía los gritos rotos entre un conjunto de hierros enmohecidos. Ahí, donde cuelga tu amor y tus silencios.

                                                                                                 Pascual Marrazzo. ©

viernes, 19 de octubre de 2012

Los secretos de mi sombrero




Hola lectores
Desde un día azul de primavera, les envío "Los secretos de mi sombrero" Un raye que quiere mantenerse ahí mismo, debajo de un sobrero contenedor.
Un abrazo
Pascual
 

LOS SECRETOS DE MI SOMBRERO

No es cualquier sombrero, tiene el ala delantera encorvada y fatigada de soles. Esconde olvidos acurrucados en ochavas, páginas en blanco, gritos ahogados de silencios, sueños que no quieren respirar y un pedazo de perezosa oscuridad. En el alero que cubre la nuca, están los naufragios de la memoria, los que no se pueden guardar en los trajes sin usar, como las cartas perfumadas de amor que trepan los recuerdos. Las tristezas enredadas se rinden de cansancios y censuras hasta el cuello. Son fantasmas de imágenes mudas  que se asoman, rastros de antiguas voces invisibles en un enmudecido desierto de caricias. Antes que se escuchen los lamentos,  se huela la horneada, escape la esencia de este sombrero y queden al descubierto los reveses dramáticos, egocéntricos e imperfectos hechizos. Debo esconder mi aliento trasgresor y tonificar el aire de mis pulmones. Para que, cuando aspire  pueda contener todo el aire de mi vida, mucho antes de que pierda la cabeza y sople un remolino debajo de tu enagua que haga temblar tus piernas majestuosas. Espumando dichas y enredando mi alma, sin poder esconder estas miserias.
Pascual Marrazzo ©

jueves, 18 de octubre de 2012

Laberintos




Hola lectores
Desde un día gris y amenazante de lluvia, les envío "Laberintos" Un raye extraído de los laberintos de la mente.
Un abrazo
Pascual
 


LABERINTOS


En los laberintos que recorren mis pensamientos hay un rincón de invierno donde guardo los recuerdos tristes, es más melancólico que frío. Trato de alejarme y muy rara vez lo visito. Como buen explorador no entro en caminos sin rumbos, ni en las incordiosas nostalgias sin destino. No es falta de valentía, hay un hastío que corre por mis labios de tanto besar promesas incumplidas, se filtra en mis pupilas y vuelca un arco iris de tristezas. Colores en retazos de locas aventuras, marionetas desnudas y sin hilos, amores descartables de cuerpos mutilados, sobre un tamiz de penas e ilusiones rotas. Prefiero vagar por donde el regocijo es alborada, alejarme de los fantasmas escondidos y pellizcar las horas, que valen mucho más cuando estoy con Nina. Disfrutar las manchas de sus labios, que cómo pétalos de rosa quedan pegadas a mi piel y reparar las hendijas gastadas de mi boca en la sinuosa geografía de su cuerpo.


                                                                                                 Pascual Marrazzo©

viernes, 5 de octubre de 2012

La receta



Hola lectores
Desde un día gris amenazador, les envío "La receta" Un cuento breve, lleno de ternura.
Un abrazo
Pascual



La receta

Hay una música lejana que vuelve y avanza, se propaga en los campos invadiendo la siembra y no se la puede combatir con la lluvia o el trueno.
Puedo oírla, es la misma que partió hace tiempo, cuando mi mamá me cantaba: “Duerme, duérmete negrito……….., que te cuida un angelito, negrito…………..,”
Se lo  conté a la enfermera y escuché que se lo dijo al Doctor. Él le contestó: “Le voy a dar una receta”. 
Después, cuando él se fue, le pregunté: ¿Qué es una receta? Y ella me dijo: “Algo para poder comprar en la farmacia, para que dejes de escuchar esa música”.
Y yo le dije: No quiero que se vaya el angelito ¡No me compre la receta¡ Entonces ella me miró a los ojos… y al fin, me prometió que el ángel no me iba a dejar  porque no había ninguna farmacia de turno.

                                                                                                                 Pascual Marrazzo ©