viernes, 27 de febrero de 2009

Una vez más (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul, plenamente azul (no sé hasta cuándo pero esto es tan duradero que ya me da un poquito de miedo con lo que se pueda desquitar.)

Les envío "Una vez más" y van....

Un abrazo.

Pascual.


UNA VEZ MÁS

Separo mis pasiones entre los surcos de mi frente y me invade un grave silencio. Las sombras lucen sus mantos dibujándome las ojeras y el rubor pálido de los trasnochados. Lucho entre los sueños, tu boca me cabalga, se extiende sin piedad a lo largo de un viaje imaginario, para fundirse en el amanecer. Me desclavo y preparo mi fuga, la jaula gime, llora la soledad y el infinito placer de cada noche.

Hoy vuelvo una vez más, vencido a la cadencia firme de tu carne, a ondearme en el balancín de tu vientre y en el ébano desnudo de tu piel. Como una marioneta obediente, dejo que los hilos (sin enredos) marquen el destino de mis caricias y me arrodillo con los movimientos bruscos de un titiritero distraído. Reconozco que son mis huesos oxidados, expuestos al trajín de los jóvenes y disfruto mis dolores una vez más. Una vez más dejo la promesa del mañana. Una vez más voy a estar aquí. Una vez más, hasta que las cuerdas resistan.

Pascual Marrazzo ©

jueves, 26 de febrero de 2009

Si todos los seres del mundo (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul, hermosamente azul, les envío una reflexión un poco más seria de lo habitual, no tan romántica. Pero resulta que hoy leí un artículo de un notable inventor del paraguas que decía que había que humanizar la economía. Y yo pensé:¿Y quién no lo sabe?... El punto és que el bolsillo no tiene humanidad y el poder, menos.

Blog: http://tienetintatutintero.blogspot.com

Un abrazo.

Pascual


SI TODOS LOS SERES DEL MUNDO

Es muy difícil librarse de las cadenas de la guerra, porque los eslabones se fueron haciendo con el odio, la ceguera, la prepotencia y el orgullo de una mal llamada fortaleza.

El hombre es discriminador por excelencia, no lo hace solamente por el color de la piel o el pelo, la distinta creencia religiosa, o su nacionalidad. Discrimina todo lo que no es de su entorno, todo lo que se opone. Discrimina en el deporte y en la política. No se siente hermano ni humano, es un espécimen con inteligencia inmadura. No trae cargada ninguna cualidad, estas hay que formarlas, educarlas. Así y todo, el hombre es un conjunto de debilidades contenidas por una educación. Y si no, cómo se explican estas guerras, las masacres étnicas y las que van detrás de las riquezas igual que en la edad media.

El fracaso es del hombre, especialmente de aquel que fue educado con esmero y poder. Poder que usa para generar guerras de magnitudes groseras y desiguales. Echarle la culpa a una Nación es un error, es el hombre y su inteligencia la que gobierna. El hombre es un fracaso, porque está mal formado, porque todavía hay quien aspira a robar las riquezas de un territorio que no le pertenece, porque hay quienes han conseguido a través de un parlamento, hacerlo, y están orgullosos.

Si pronto no globalizamos una idea, una idea que produzca un gran choque. Una educación para producir en cada uno de los nacidos las tres condiciones fundamentales para tener un verdadero éxito: Tolerancia, perdón y amor. Si desde niños lográramos fortalecer estas tres condiciones sobre las demás. Entonces dejaremos de dar pasos en contra de la humanidad.

Quien creó la bomba atómica, no pudo pensar en su defensa. Quien la deja caer en una ciudad, es un asesino, porque la lucha no es nunca contra la humanidad. Una vez fui a comprar un revolver para defenderme de un posible robo. Le comenté al armero que en realidad lo quería para asustar o en último de los casos herir al ladrón. Entonces el me contestó: “No señor, si se enfrenta, lo tiene que matar”. Fue junto con esta anécdota, que dejé de pensar en tener un arma.

Es tan mala la educación del hombre, que su poder y ambición busca su propio exterminio, es el ejemplo de la víbora que se come la cola.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Una tarde feliz (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano, inmovil como un cuadro, les envío "Una tarde feliz", rescate de los trazos del tiempo.

Un abrazo.

Pascual


UNA TARDE FELIZ

Me has hecho muy feliz esta tarde. Tanto, que cuando te vayas, sentiré la nostalgia de tu presencia. Será como cuando el sol se esconde, con la diferencia de que no te veré nuevamente mañana. Pero la vida es una ruta sin fin y siempre habrá un lugar donde las mariposas vuelen al amanecer; donde nos hechicen los cantos de sirena; donde podamos mirar el mar al atardecer. En esos espacios estarás siempre a mi lado, sin ocres otoños, sólo primaveras.

No volveremos más a ese silencio encarcelado en nuestras bocas, al silencio del alma.

Hoy desaté mi corazón en tu presencia, alivio de pecados y de culpas.

Mañana es la promesa de un camino nuevo, buscando espacios, trepando, para llegar al cielo.

Pascual Marrazzo ©

martes, 24 de febrero de 2009

Una mujer hecha de sueños (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano muy caliente les envío "Una mujer hecha de sueños" Dicen que "los sueños, sueños son". Como reafirmando que son sólo sueños. Pero para mi los sueños son, porque los vivo, son parte de lo que me pasa, de lo que sueño.

Un abrazo.

Pascual.



“UNA MUJER HECHA DE SUEÑOS”

En la memoria de mi saco de experiencias llevo una mujer hecha de sueños;.A veces me encuentro con otras que saben teñirse el cabello, sorprenderme con unas piernas más largas o el distinto color de sus ojos. Pero cuando se van, la mujer de mis sueños reaparece en mis pensamientos, siendo siempre la misma. El amor que le tengo es un relámpago que sabe a miel, a miel de mujer, esa que me da la vida y parpadea en mi estómago para quitarme el hambre. Por las noches, cuando voy a su encuentro siempre elijo un nuevo camino. Se trata de un tesoro protegido donde no quiero llevar la envidia.

Para que no se me note la alegría en la cara o en mis ojos, sólo me dejo acompañar por el goce escondido entre mis ropas. Llevo palabras importantes para decirle, pero siempre hay unas que no puedo repetir y el dolor de no usarlas me imprime la tristeza: “Te amo, te amo con toda el alma”.

Es la timidez de un viejo que todavía tiene el corazón encendido, un hombre que quiere resucitar una flor marchita que se ha despedido del amor.

Ayer me decía una amiga que un “Te amo” de mi boca, sonaría cursi, falso. Que todas las mujeres me conocen. Ella no se daba cuenta, pero me consolaba con sólo estar a mi lado. Los amigos son como los perros fieles, te adivinan la melancolía y respetan los estados de ánimos. Cómo explicarle que los corazones son los únicos que no pueden mentir.

Recorrí el libro más completo que llevo en la memoria buscando vanamente una mujer que supere su belleza y no la pude encontrar. Por eso abrí la puerta del fondo y despedí a todas las que se habían acomodado en el último rincón, donde siempre queda algo dulce. Después, cuando corrí las cortinas, noté cómo se arrastraban las argollas, una tras otra, para protegerme de las miradas indiscretas de mis vecinos. Una lluvia suave y persistente lavaba las almas del vecindario, desterrando totalmente al atardecer. La ansiedad de la penumbra era mía, era el momento del encuentro, donde la locura vertía su desenfreno y se enmarañaba en la ilusión de mis sueños.

Pascual Marrazzo ©


lunes, 23 de febrero de 2009

Eslabones de amor (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul, con algunos corderitos blancos en el cielo, les envío estos "Eslabones de amor", Dedicado a todos los heridos en batalla que a pesar de ello no se rinden.

Un abrazo.

Pascual


ESLABONES DE AMOR

Amé a una mujer como a nadie en esa otra vida, hasta bastante después de cortar el cordón umbilical. Volví a amar como a nadie en esta vida, hasta que se desgarró el amor y se ahogaron de lágrimas los recuerdos. Después amé a otra y a otra y a otra… Con más pasión, para compensar.

Es una suerte de desahogo profundo, cambiante, muero de amor y me desentierro nuevamente de las tumbas. Solamente cargo las cruces que guardo celosamente con las medallas acumuladas en las batallas.

Pero a pesar de todo, te busco, siempre te busco. Te busco en el océano azul y en el de cemento. En la playa, cuando baja la marea, en cada paso que doy por las veredas, en los tropiezos de las miradas, detrás de las cabelleras rubias y dentro de los vestidos rojos y negros.

Sé que voy a encontrarte en algún instante mágico. Por las noches indago en mis sueños tus escondites imaginarios y siempre termino en una puerta secreta que se desdibuja en el umbral. Otras veces alcanzo el brillo del picaporte y resuena como la amenaza de un ogro encolerizado. Lo cierto es que no logro abrir la puerta. Un carpintero endemoniado la construyó dejando la viruta ardiendo en el infierno y hasta que no sean cenizas, no tendré una nueva oportunidad.

Los sueños enseñan los senderos de las sorpresas, tienen el privilegio de albergar la fantasía, se sumergen en las tinieblas, saborean febriles voluptuosidades; imponen severamente los sacrificios y no vacilan en hacer estallar al espanto.

A veces, te busco en una botella de vino tinto y te encuentro salpicada de pecas; me arrullas en un manto y me cantas una perdida canción en tu regazo. Otras, con el formidable vestido de sábado a la noche, el que agita todas las tentaciones que me terminan de emborrachar.

Esta búsqueda no deja de ser una reclusión momentánea, un rincón aterrado de alfileres que me obliga a luchar reflexionando y comprendiendo que el amor brota intensamente sólo cuando se pasa esta vigilia. Es una cadena de eslabones diferentes; algunos muy firmes ignoran que se enlazan con sortijas disfrazadas prontas a soltarse al primer golpe de tensión. Pero hay otras que parecen débiles y perduran en la fortaleza de su humildad. Es el riesgo del destino que me hace elegir vivir encadenado y por momentos, como un perdido eslabón de extremos abiertos me entrego a este ritual, aceptando el mejor regalo que me da la vida.

Pascual Marrazzo ©

viernes, 20 de febrero de 2009

Una cura de amor (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul, rescatado después de la tormenta, les hago llegar "Una cura de amor", (pedir número, porque el gurú esta muy ocupado). Se trata de una suave lección erótica enlazada en los recuerdos.

Un abrazo.

Pascual

UNA CURA DE AMOR

A veces, cuando me regalas el recuerdo de esas curas de amor contra tu gripe, acostado en la costumbre de amarte tanto, castigo mis palmas con esos masajes en tu espalda, pasando por el cuello y culminando entre tus cabellos. Entonces le doy rienda suelta a mis pensamientos y llego a cuando comenzaba masajeándote los pies y los dedos uno por uno. Así en ese intercambio de sensaciones, relajando mis manos hasta que el deseo vencía al cansancio; comenzaba a trabajar con los dientes sobre el cuerito del empacho y terminaba mordiéndote las nalgas con la suavidad de un cachorro. Hasta que venían a auxiliarme la fiesta los fuegos de artificio, la noche de mil colores, y las bombas de estruendo que hacían tiritar nuestra piel fundida en el placer.

A este recuerdo de viejo curanderismo agrego las lluvias y el suave repiqueteo sobre las chapas de zinc. La vela fantaseando su llama en la oscuridad y el tic tac del reloj sobre la mesita de luz. Los ronquidos del piso de madera y la flauta chillona del elástico de la cama. Mi almohada chata y tu almohada gorda, porque yo acostumbraba a pasar el brazo por debajo. Tu aliento de hembra vencida y el suspiro dormido de tu cuerpo.

A veces, cuando me regalas el recuerdo de esas curas de amor, se me hace insoportable la espera de las lluvias.

Pascual Marrazzo ©

jueves, 19 de febrero de 2009

Un manto de sueño (raye)

Hola lectores

Desde un repetitivo día AZUL de verano, les mando "Un manto de sueño". Puede ser un cuento breve, breve prosa poética, pero para mi es un raye. Sólo una mente rayada puede imaginar una sombra en forma de manto que se escapa por el ring, ring. Y etc.,etc...

Un abrazo.

Pascual

UN MANTO DE SUEÑO

La noche desmontó su sombra de las agujas del reloj y escapó por el timbre del despertador, para esconderse debajo de la cama.

Un gato la esperaba ansioso para desperezarse en ella. Cuando pudo escapar, el silencio y la soledad se enancaron en su negra capa y la acompañaron hasta su cuarto hasta que se quedó totalmente dormida.

Sola, soñando con el cuerpo sudoroso de su último hombre.

Pascual Marrazzo ©

miércoles, 18 de febrero de 2009

Tu silencio (raye)

Hola lectores

Desde un día azul de verano, que nos aloja y nos emponcha con el oro caliente, les envío "Tu silencio". Un raye de esos que observa a una mujer y le describe sus silencios.

Pascual.



TU SILENCIO

Como si fuese una frecuencia callejera, llena de vida navegando la calma, posa una mística pausa y revela el éxtasis. Tu silencio es una mariposa que reposa dispuesta a abrevar la primavera. Es una pupila luminosa bajo un parpadeo que bosteza como el reposo seductor de un guiño. Sabe desandar la noche, por veredas indefensas, cunetas y baldíos chapoteando el peligro. Es más armónico que una lluvia de palabras y embriaga de calma tu mirada. Como todo silencio, es frágil e indefenso. Tal vez como un preludio de tormenta tras el ventanal o las rítmicas confidencias del horizonte. La música que despliega sale ensordecida por tu piel arrebatada. Pero lo más excitante es tu nombre, el aliento vigoroso de la pasión, el amor salvaje, clandestino y mi premura para que estalle el artificio.

Pascual Marrazzo ©


martes, 17 de febrero de 2009

Transitando (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano persistente (y van ?)castigados por el abanico del Señor les hago llegar "transitando", un raye fugaz que me encontré en una esquina.

Un abrazo.

Pascual.


TRANSITANDO

Estoy en una esquina encendida de murmullos, transitando un camino de sueños adolescentes y candores atrevidos. Silencios inolvidables, como si fuesen sinfonías de abatida y enredada melodía.

Horizonte oscuro acortinado de negro terciopelo y estrellas anochecidas, venciendo a un alborotado crepúsculo.

Lo alfombra un polvo inquieto tras las promesas invisibles y una ardiente sed. Me propone dolor de amor, despertar de heroínas. Despertar el alma , el deseo, y la piel. Percibir la pasión de los dilatados ojos y el desbocado mirar.

Paraíso fugaz de sábanas sin límites. Ternuras cómplices de las caricias prohibidas y desenfrenado descubrimiento del placer.

Pascual Marrazzo ©



lunes, 16 de febrero de 2009

Tengo algo para decir (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano sin tregua les hago llegar "Tengo algo para decir" un raye que lo dice todo.

Un abrazo.

Pascual.



TENGO ALGO PARA DECIR

Tengo que decirte que el viento tiene más de dos caras, te abraza, te da vuelta, te arrulla, te castiga y se cuela hasta en tu respiración para llegar a tus entrañas; no es como el sol ni la lluvia. Que la nieve es de una belleza que pocos pueden admirar, es algo que te atrae y te lleva a soñar con las cosas del pasado. Pero también que, cuando el sol la calienta se transforma en sueños perdidos y por debajo, reaparecen las Villas Miserias.

Tengo que decirte que si el mundo dejara de girar como un trompo alrededor del sol, el tiempo dejaría de pasar. Y nosotros, para envejecer, tendríamos que correr. Que podemos elegir el tiempo que interpretaron los sabios, ese que corre como un arroyo o el tiempo inerte, estático que puedas crear en tu imaginación, para recorrerlo sin peligro de ahogarte. Que si es penoso no ser querido, mucho más lo es no querer a nadie. Tengo que decirte que te quiero, porque si no, reviento.

Pascual Marrazzo ©

sábado, 14 de febrero de 2009

Te busco (raye)

Hola lectores.

Hoy sigue siendo un día azul de verano, pero además es el día de los enamorados. Yo no lo tomo muy en cuenta, prefiero abocarme a los otros 364 días apasionadamente, hoy descanso, hoy... "Te busco".

Un abrazo.

Pascual


TE BUSCO

El frío me golpea bajo el cielo gris plomizo de Buenos Aires, la primavera está lejos y el otoño dejó de agonizar. La humedad me envuelve, ondea mis cabellos y me penetra con saña de cuchillos celosos.

Pero el sentimiento no desaparece. Escapa con la esperanza de encontrarte, pisa las soledades. La pasión alumbra en las penumbras escondidas y anuncia como un profeta las grutas de luz por donde debo caminar. Los latidos del corazón mandan y aceleran el pulso. Un océano de sangre se anuncia y se envena como una brisa caliente. Distrae la atención de mi helado cuerpo y le devuelve la ternura de tenerte. El recuerdo salado, esbelto de batallas eróticas, imagina encontrarte detrás de cada esquina.

Pascual Marrazzo ©

viernes, 13 de febrero de 2009

Su y el ciprés (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de un verano que no afloja,pero si nos castiga todas estas noches con un ventarrón que nos afloja las ventanas, les envío a "Su y el Cipres". La cordillera tiene estas cosas de hacerte soñar y vivir momentos irrepetibles. Es el lugar donde la imaginación deja de caminar para abrir las alas y volar por donde no hay caminos.

Un abrazo.

Pascual




EL ARRAYÁN Y EL CIPRÉS

Con la caída del sol, el Nahuel Huapi dejaba su verde tornasolado para azularse.

Desde Villa Tacul, se veía cómo las olas dibujaban corderitos con su espumas y los abandonaban en la playa pedregosa. Después, mucho después yo los contaba en mi sueño.

Detrás de mí, refugiados entre los cipreses, los arrayanes convivían en grupos, desnudos de corteza, iluminaban las sombras y vestían de fiesta al bosque; alguno que otro, hombre o mujer, escapaban del grupo por obra del amor.

Al verlos, cualquiera podía imaginar una orgía vigorosa, entramada y llena de arte. El viento provocaba al silencio y entre los dos, creaban el murmullo de sus lenguas y los vaivenes de las caricias.

Cuando llegaba la noche, una luna buscona recorría el lugar como si fuese una linterna gigante. Aquella vez, estando totalmente llena y ayudada por el lucero, encontró una pareja de enamorados.

Se trataba de un ciprés que se dejaba seducir; ella impecablemente hermosa rameaba su áspera corteza. Él, miraba embelesado la suave piel y se le hacían nudos en todo el cuerpo.

La luz, hizo que el viento tomara cuenta y éste, picarescamente, los arremolinó para que se abracen. Cuando se fue, quedaron prendidos.

Con la salida del sol yo despertaba, la mano de Su me cruzaba el pecho y mi cuerpo se anudaba.

Pascual Marrazzo ©

jueves, 12 de febrero de 2009

Sobrepeso (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano persistente, les envío este "Sobrepeso". Se trata de un flash literario, un pasaje que pasa en miles de personas que no se dan cuenta de lo que les pasa. Y como lo que pasó, pasó. Paso a paso me voy yo jugando con una uva que será pasa de uva y aunque pase y pase el tiempo menos dulce no será.(que bárbaro el castellano,no?)

Un abrazo.

Pascual




SOBREPESO

Y una vez te dije que era fácil encontrarme, que me ibas a reconocer de inmediato, porque gorditos y retacones con tiradores hay muy pocos. También te dije que cuando mis ojos sepias se posen en los tuyos se me iban a ver los dientes en forma de media luna.

Y mis ojos se llenaron de alegría y lucieron enamorados, brillaron como dos monedas de cobre, de las nuevas, las de un centavo sin usar, de las que ya no hay más.

Y fue fácil, fuimos directamente a encontrarnos y dentro de esos cuatro mosaicos nos abrazamos y nos besamos – eso no estaba previsto –; durante la cena te conté todas mis ideas y proyectos. Compartí todas las emociones, las que me proponían tu presencia y las que presentían mis deseos. Sin miedos, sin fobias, ni rarezas. Sólo con los defectos de los hombres, de esos que para las mujeres son puras cualidades.

Y llegaste a mis oídos con tus silencios, con el grito de tu mirada, y después, mucho más tarde, con los latidos del corazón y los suspiros del alma.

Y llegaste a mis labios con el gusto del amor a flor de piel, salado y dulce, que no es lo mismo que agridulce, primero la sal y luego el azúcar, una tras otra.

Y mis pulmones se llenaron de un perfume diferente, que no se asemeja al de las flores, aunque cada mujer lo sea, tu perfume es único, es mágico y es el que me llega al corazón.

Y yo con mi principal compromiso, el de ir con la verdad de frente, repetirte que tu piel me atormenta las manos, me prolonga el cuerpo. Y que todo tiene que ver conmigo, con ese sobrepeso de dulzura.

Pascual Marrazzo ©

miércoles, 11 de febrero de 2009

Si yo pudiera ser (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano persistente,con una luna transparentada por el sol de la mañana, les envío "Si yo pudiera ser", en realidad, más de uno se lo preguntará, lo importante es saber si serán sinceros con ellos mismos. Si escucharán la palabra de sus conciencias o las que se puedan decir en voz alta.

Un abrazo.

Pascual.



SI YO PUDIERA SER

La soledad no olvida: se nutre de una extraña melodía de la memoria. Por ello es lo que es: una nostalgia cargada de ausencias. Un concierto que aturde y que, cuando enmudece, deja un despojo de fatigas. Un rubí de vino que se vacía cuando siento que me sobra el hambre y destello tardanzas hasta la madrugada.

Es de suponer que la penumbra me espía y puede ver mi cuerpo desnudo devorado de urgencias. Estoy tan rendido, que no me perturba reconocerme desechando certezas. Sólo ansío que se cuele el licor tras el cristal de mi copa y volver a brindar alguna vez. Recuperar el gesto que chispea un sonido para dos. Encender ansias de vehementes travesuras en juegos de rayuelas. Desoxidar los grilletes corroídos de los eternos desamores sin hacer arder la piel. Mirarme en otros ojos y anudarme en el aliento de otra boca para deambular sobre una alfombra, azorados de estériles misterios. No se trata del fulgor suspendido de una fantasía, sino de esa energía capaz de romper el cielo y vencer la tormenta.

Cuando converso con las estrellas me acerco a la eternidad, desanudo lentamente mis amarguras y sepulto mis secretos en el universo. Así me salvo de confesarme con mi analista y de aspirar el asqueroso humo de su pipa.

Sigo entonces viviendo como un fugitivo, amurallado de hojas marchitas de un otoño que no aguarda, te pudre y te entierra.

Mi soledad es un fracaso que no temo. Temo la perdida de persistencia para volverlo a intentar. La pérdida de la tentación, de volver a ser. Si yo pudiera ser, después de haber escuchado éstos silencios, volvería a poner los pies en el camino y recuperaría mi sombra. Me alejaría del cementerio en una noche de luna llena y tomaría todas las ofertas para dejar de ser fiel. Me vestiría de arco iris para recobrar mis colores con la lluvia. Le daría la espalda a la prepotencia de la memoria. Sería un artesano de collares de besos y cadenas de caricias. Cardiólogo de corazones insertados en el alma. Apicultor de mujeres hermosas. Contenedor de romances… Realmente, si pudiera, sería poeta.

Pascual Marrazzo ©

martes, 10 de febrero de 2009

Sendero de palabras (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano les envío un "Sendero de palabras" inspirado en caminar descalzo sobre diarios y revistas, escuchando un informativo internacional.

Un abrazo.

Pascual.


SENDERO DE PALABRAS

El hombre caminaba descalzo por un sendero de noticias, reventaba con sus pies las palabras desesperantes y dejaba que alguna buena nueva se le metiera entre los dedos. A aquellas que eran portadoras de fotografías bélicas les giraba el talón encima, para desgarrarlas de la misma forma que ellas querían penetrar en su corazón. A otras las acariciaba con la planta completa y hasta el empeine usaba cuando se trataba de una mujer que lucía su cuerpo.

Se detuvo para recortar dos palabras de silencio y se las colocó en los oídos. No quería que le entren los ruidos del cañón ni de la muerte. En definitiva, lo que él quería, era ser feliz.

Cuando llegó al final, entre tanta histeria, entre tanto dolor. Cuando tropezó con la luz y su corazón se encendía de gozo, encontró una reja.

Entonces lo empezaron a acosar otras palabras, como: “lucha”, “compromiso”. Guardó una en cada axila y se sacó algunas vanidades. “Solidaridad”, le cayó en pecho y con el susto casi le llega al corazón.

Como si hubiese recordado algo, volvió desesperado en busca de una palabra mágica. Estaba en el principio del sendero, como corresponde a todas las palabras que empiezan con “A” .

Descolgó la palabra “amor” y retornó de prisa al camino en busca de la luz. Cuando la encontró, ya no había rejas.

Pascual Marrazzo ©



lunes, 9 de febrero de 2009

Quiero repetir (raye)

Hola lectores

Desde un día azul de verano, con las pilas gastadas o renovadas del fin de semana, comenzamos este lunes con "Quiero repetir" Siempre queremos repetir, pero nunca logramos igualar, repetir aunque no lo noten, siempre es algo nuevo.

Un abrazo

pascual



QUIERO REPETIR

La luna remontó como un barrilete haciendo brillar los adoquines del viejo San Telmo. Desde un tejado recibió el zarpazo de un gato y una lechuza disfrazada de BATMAN se asomó a su ventana para mantener la mística.

Yo estaba pendiente de un balconcito bajo, de luz tenue y amarillenta; salpicado y perfumado de jazmines. Mi corazón galopaba desaforado como si no tuviese jinete. Salido del andar ausente, ahora se encontraba desgajando milagros de amor, recordando un intervalo entre el nacer y el morir: (Una pequeña quimera de fuego que nos regala la vida después de la escarcha del invierno. El gozo de un fruto mordido por primera vez, un gusto sin memoria, sin recuerdos. La ternura traslucida en sueños y vaivenes adormilados. Audacia pecadora de los ojos y las manos, aroma de mujer humedecida y sábanas de sombras y silencio. Flechas marcando el camino de los besos y el destino de la ofrenda. La nuez de Adán escalando el Monte de Venus y hamacando destellos. Arrullo tibio de una azulada tarde bajo el techo reclinado del parral...)

La puerta del balcón acaba de entornarse, es hora de trepar para alcanzar el cielo. Saciar el hambre acumulado de esta pequeña fisura del tiempo. Rescatar otro gajo de amor irrepetible, por conocer su sabor, y apasionante por haberlo probado. Tengo que subir al cielo como un pájaro, volver a perderme entre sus nubes y volver a verme cara a cara con la luna.

Pascual Marrazzo ©

domingo, 8 de febrero de 2009

Por primera vez (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano les envío "Por primera vez" un raye bastante poético, sencillo y contundente.

Un abrazo.

Pascual.



POR PRIMERA VEZ

No te conozco y quiero verte hoy, por primera vez, en la mesa de un bar leyendo un libro; entusiasmada en una historia de amor. Que te enojes cuando te sorprendan mis palabras, porque la primera impresión de una dama tiene que ser equivoca. En cambio el hombre, sabe de antemano cuando esa mujer le pertenece.

Quiero enamorarme de unos tacos altos y medias caladas. Una pollera corta y una blusa bordada de flores. Que dentro de todo esté tu ternura, tus sueños, tu sonrisa y tu voz de música.

Lo demás, no importa y lo dejo en los ojos de mi corazón. Y si es esta noche, que es de primavera, aunque no haya luna ni tampoco estrellas, yo entrego la vida por primera vez.

Pascual Marrazzo ©

Por primera vez (raye)

Hola lectores.
Desde un día azul de verano les envío "Por primera vez" un raye bastante poético, sencillo y contundente.

Un abrazo.
Pascual.

viernes, 6 de febrero de 2009

Otoño (raye)

Hola lectores.

Desde un día azul de verano, cansado del martirio del viento de ayer a la tarde, les envío este raye. Baldomero puso la hoja y el otoño, y yo la metáfora.

Un abrazo.

Pascual

OTOÑO

“A la ciudad le ha salido su primer signo
otoñal: una hoja seca, ocre, desesperada.”
Baldomero Fernández Moreno

No he dormido bien desde esa noche, fue la primera vez que lo hice sin un hombre. Mi marido decidió marcharse y se fue. Mejor dicho lo pensó y la otra decidió alojarlo, guardarlo. Así de simple, me lo robó.

Se van cuando no se pueden parar las arrugas con humectantes, se van siempre en otoño, en el otoño de la vida y en el invierno del amor.

La ventana me muestra la lluvia, los árboles secos y una hoja que cuelga morada de frío... resistiendo.

Pascual Marrazzo ©

jueves, 5 de febrero de 2009

No te metas (raye)

Hola lectores.

Desde en día azul, de brisa fresca (menos mal) les envío "No te metas",es un raye de protesta que culmina con la fantasía de un enamorado, sólo para que no parezca un pasquín.
Un abrazo.

Pascual


“NO TE METAS”

Hoy las marchas dejaron de ser militares. Ahora son obstinados paseos de los vagabundos de la clase media, los que marchan por los desaparecidos, por los crímenes horrendos que quedan en la impunidad: las de los jubilados, las madres, los cartoneros, los piqueteros, los sindicados por los sindicatos, los maestros mal-enseñando a los estudiantes, los gay, los travestis, las prostitutas y los vecinos disconformes.

La policía vigila desde afuera su contorno, no entran en la hoguera por si la audacia se desboca.

Los Jueces, mendigos, políticos y militares están al margen, bostezan y ríen.

Yo acompaño hasta donde puedo, marcho por aquí y camino por allá tratando de no dejar huellas. Me reprochan que no me meta, pero en realidad, me meto, siempre me meto, soy un ladrón y un amante de lo ajeno. Busco los espacios y me abro camino. Ebrio de piruetas me trepo al balcón. Voy tras su perfume mostrando mi temple: me devora, me quema, muerdo su boca y me pierdo en su cabellera. Lo del “no te metas”, me tiene sin cuidado.

Pascual Marrazzo ©

miércoles, 4 de febrero de 2009

Naturaleza muerta (raye)

Hola lectores

Desde un día azul de un verano sediento, les envío "naturaleza muerta" Se trata de nuestras propias naturalezas, podrán percibir cada uno de ustedes en que sítio están de la pelea.
Un abrazo.

Pascual.



NATURALEZA MUERTA

Me enfrento a una mujer que por amor, ha decidido no sufrir más y encerró su corazón con las cadenas de la indiferencia. Le ha dado por cambiar los sentidos propios de la naturaleza y destejer los sentimientos con las agujas primitivas de las malas memorias y los fracasos. Sueña con una felicidad enlatada que le puedan regalar a la salida de algún supermercado. Todavía no sabe que ésta no se recibe, sino que se construye y me deja plantado con el primer ladrillo en mi mano. De esta manera he de asistir al absurdo velorio de un amor que no nació, ni rozó la piel, ni tuvo regocijo, ni lugar.

Podría preparar una cajita de promesas y leerle una bola de cristal. Esperarla en el andén de una estación donde el tren sólo sea una ficción y partir hacia el engaño. Pero yo no sé mezclar las matemáticas y acuno ilusiones cargadas de llantos y risas. No uso espejitos de colores y tampoco me disfrazo de inocente. Estoy orgulloso de mi naturaleza, la dejo rodar por aventurados senderos y no me preocupo por las miserias anunciadas. Siempre habrá una extenuada campana, un silbato durmiente abriéndose paso en la oscuridad y un rosario de chismes martillando los tímpanos. Me banco desayunar con una ofensa que me anude el estómago y le doy uso a esa añeja esencia del olvido. Pero eso sí, me guardo un poco de dolor en el cuerpo para que no se me rompa del todo la memoria, como si fuese una vacuna contra el odio y la venganza. No enfrento el muro con vanos juramentos.

Busco plasmar, instalar y compartir una forma de amar que no evoque al ingenio. Sólo alivianar de este inmenso equipaje las ventajas que enaltecen la pasión: cuando atrapamos las urgencias y las tensadas sensaciones, hambre de vida y tentaciones. Tiempo de descender, nutrir la boca, desenredar los cabellos y permitir que el amor fluya. Me conmueven los amaneceres después de despeinar el enamoramiento en un rincón de la noche y devoro la brisa hasta desbordar mi alma.

Pascual Marrazzo ©


martes, 3 de febrero de 2009

Mañana es una promesa (raye)

Hola lectores

Desde un día azul, aliviado de frescura, les envío este raye como si fuera una reflexión que culmina en forma de cuento ( digamos un jueguito literario).
Un abrazo.

Pascual.



MAÑANA, ES UNA PROMESA

Me asusta decir que el mañana no existe porque la gente no me comprende y eso, me pone de lado.

Sin embargo ayer, Galeano dijo que el mañana es hoy y salió escrito con letras grandes en los diarios - como una genialidad – eso sí, reafirmando mi manera de pensar.

Aunque a ciencia cierta sé que todos dudan y así livianamente nadie profundiza, dando por hecho que se trata de una frase rebuscada.

Claro que después viven reprochándole a la vida todo lo que se les tuerce, sin darse cuenta que constantemente quieren caminar por donde no hay camino.

El secreto está en gozar el placer de lo espontáneo, me dije, que es en sí, la vida misma.

¿ Por qué no iba a hacer hoy lo que no planifiqué ayer?

¿ Por qué iba a dejar pasar la vida y no dejar que la vida me lleve y me deleite a cada instante?

¿ Por qué si se vive una sola vez, no me iba a atrever?

Al menos, si no puedo olvidar que me están mirando, debo correr el riesgo de hacer algo diferente para envidia de los que hoy usan el tiempo de vivir para planificar lo que, seguramente, no podrán hacer mañana. (al menos de la misma manera en que lo piensan)

De todos modos, es terrible que sabiendo a la perfección este mecanismo de la vida para la vida, tan entendible, tan filosóficamente perfecto, tenga que ponerme colorado cada vez que estaciono mi monopatín en la portería de mí empresa.

Pascual Marrazzo ©


lunes, 2 de febrero de 2009

El alumno (raye)

Hola lectores

Desde un lunes azul de verano les hago llegar "el alumno".

Un abrazo.

Pascual.



EL ALUMNO

La alegría es el único motor que me transporta y no me cansa. Invoca al sueño soñador, que junto a la fantasía, no me deja dormir ni siquiera cuando estoy borracho. Para que me ataque el sueño hace falta melancolía o tristeza y estas llegan inexorablemente cuando Lucía no está.

Ella es el combustible que me arranca el torrente de sangre que fluye desde mi corazón. Ese líquido celestial acompañado de estrellas que se interna en la noche de los enamorados. Un espacio único, espiralado de deseos y caprichos apasionados. Estimulación de apetitos que florecen destellando alientos horizontales, que roban el calor de las cobijas y vacían las entrañas de las ganas.

Cuando aparecen en ese albergue de locuras los fantasmas iracundos, que sabotean con sus pálidos recuerdos de culpas resquebrajadas, Lucía captura mis debilidades de celoso amante y esconde mi desconcierto dentro de la cuna de mis antojos.

Lucía y su alegría me alargan el día y cuando parece que va a oscurecer, ella hace como el sol en retirada: Incendia de rojo el horizonte y me envuelve con el crepúsculo en llamas sobre sábanas de nubes rojas.

Es inútil negar la audacia cuando me dibuja en trazos firmes la imagen de la esperanza o la precipitación ardiente del destino. Es como un sortilegio de esencias tibias y secretas que alivian la espera, que la sacan de la angustia e impaciencia. Puede hacer brillar el día con una sonrisa u opacarlo con una tristeza.

Le encanta caminar bajo la lluvia, mojarse hasta la médula, para que yo la desvista y me asombre con un poema escrito en algún lugar pudoroso de su cuerpo. Es una función que se repite y me obliga a repasar bajo sus ojos de sueños la lección del día anterior.

En la facu, en la hora de las letras tengo un lugar especial cerca de ella y puedo aspirar su perfume entre mi profesora de literatura y yo, su mejor alumno.

Pascual Marrazzo ©