jueves, 30 de junio de 2011

Recorrido

Hola lectores

Desde un día ceniciento de invierno, les envío "Recorrido" Un raye de la serie eróticos.

Un abrazo

Pascual


RECORRIDO

Mis ojos enmarañan la mirada en tu pubis hasta quedarse ciegos, remolinos de emociones, desvelos por desnudar, la novedad del camino y el gusto del fuego lento. Mis alas comienzan a abrazar el aire con desesperación, toman vuelo y vagan entre tus sueños para descubrir nuevos senderos. Reconocen la búsqueda, se precipitan, se avergüenzan, se abandonan al encuentro y reinciden en la ternura. Tregua de recorrer viejos caminos, para reinventar nuevos placeres, derramarse en los deseos y reconocer el juego eterno. Orgullo de descubrir que en el pecho hay ilusiones, afán de buscar alivio de caricias, estallar en un milagro, coincidir y encajar. Mis manos se libran de la emoción, se lavan en el fuego ardiente del amor, buscan por instinto la fortuna del sendero, las verdades no transitadas de tu piel, cada escalón de tus costillas y la alegría de tañar la campanilla de los suspiros perdidos.

Pascual Marrazzo ©

miércoles, 29 de junio de 2011

Quebranto

Hola lectores

Desde un día ceniciento, esperando una lluvia salvadora del polvo, les envío "Quebranto" Un raye, bastante poético que pone al hombre al borde de la existencia.

Un abrazo

Pascual


QUEBRANTO

Desde el Infierno puedo percibir el golpe de los pétalos, como si éstos al caer dejaran de ser besos, para transformarse en chapitas de cerveza. Tomo la música y, en mis manos, recibo el azote salvaje de sus cuerdas, .el mar me calma las heridas aquí en el horizonte, donde toca el cielo. Mis quebrantados sentidos, escuchan la luz por primera vez, oigo la voz azul del amarillo atardecer, hasta que sangra el crepúsculo. No sé si es tristeza, melancolía o tal vez el límite de la resistencia ¡Me duelen las rodillas del alma! ya no puedo caminar. Esto no sería tan grave, pues el cielo comienza bajo mis pies ¡Me duelen los hombros! y no puedo volar...

Pascual Marrazzo ©

martes, 28 de junio de 2011

Prioridades

Hola lectores

Desde un día gris y frio de invierno, les envío "Prioridades" Un raye para pensar.

Un abrazo

Pascual


PRIORIDADES

Cuando era muy adolescente, un niño que recién comenzaba a despertar, quería ser mecánico dentista e inventar un aparato que mantuviese una sonrisa como lo hacía ella. Me imaginaba que sacando unas muelas podría lograr esos hoyuelos que me hacían tan feliz. Después en la adolescencia real y adelantada, me interesé por las cuerdas vocales, fue cuando escuche mi nombre de sus labios y me sentí tan hombre. Luego, más tarde, mucho más tarde comencé a prestar atención a su cabeza vacía.

Pascual Marrazzo ©

lunes, 27 de junio de 2011

Osadía

Hola lectores

Desde un día gris y frio de invierno, les envío "Osadía" Un cuento breve que expresa el ingenio y la osadía necesaria para los que tienen algún sentido menos. Expresa cómo los demás sentidos cubren la deficiencia natural.

Un abrazo

Pascual


OSADIA


Iba en busca de una estación llamada “Encuentro” con el corazón despierto para encender la vida de una mujer imaginada. Había juntado muchísima cobardía con la esperanza de encontrar un poco de coraje. Cuando creyó estar listo comenzó a caminar por el andén hasta que salió del barullo y escuchó como la locomotora bufaba con energía en la partida. No cruzó la calle, eligió doblar a la derecha y ver que le deparaba el destino. De pronto comenzó mirando a una mujer desde las profundidades de sus oídos y apoyando el bastón en la vereda escuchó la cadencia de sus pasos. Percibió como lo espiaban los recuerdos. La supo joven por la energía con que apoyaba los tacos altos, cuando estuvo cerca, le habló:

- ¡Señorita! – le dijo levantando un poco la voz.

- Señor - contestó ella.

- No me ayudaría a cruzar la calle - dijo él con suavidad.

- Si, como no, apoye su mano en mi brazo y sígame.

- Gracias, es usted muy amable.

Cuando llegaron a la vereda de enfrente, la primera en hablar fue ella:

- Sabe que usted no parece un hombre ciego.

- Pues no lo soy, la veo con el corazón.

- Que romántico, lo felicito por su aptitud.

- Siento el perfume de un bar, no me acepta un café, no le quiero pagar por ayudarme, deseo realmente conocerla y que no se vaya de mi vida así, fugazmente.

Ella quedó impresionada, más que una invitación, parecía un ruego. Acepto y él eligió una mesa pegada a la vidriera.

-¿Por qué eligió esta mesa? - le preguntó ella. --Porque se ven los transeúntes.

- ¿Y cómo lo sabe?.

- Por el sol, se siente en la cara como una caricia y a usted le viene bien.

- ¿Qué es lo que me viene bien?

- Las caricias, no tiene todas las que debería tener, lo percibo en la vibración de su voz, le falta la paz que da el amor.

-Me parece que se está equivocando.

-No, nunca estuve tan seguro, sabía que hoy la iba a encontrar. Anoche no me podía dormir pensando en usted. Atravesé todo mi sueño, me levanté temprano y en el andén de Retiro busque la estación llamada “Encuentro”, no me podía fallar.

Por unos minutos ella quedó en silencio, lo miraba un poco sorprendida, otro tanto deslumbrada.

- ¿Cómo te llamas? – le preguntó.

Pascual Marrazzo©

viernes, 24 de junio de 2011

Ojos de cielo

Hola lectores

Desde un día ceniciento de invierno, les envío "Ojos de cielo" Un raye de la serie eróticos con muchas imágenes de fantasía.

Un abrazo

Pascual


OJOS DE CIELO


Cuando me enfrento a sus ojos entro al cielo. Me abro camino dentro del iris, dejo atrás los pétalos lilas de pensamientos que bordean sus ojeras y me encadeno a sus pupilas. Los parpados me abanican y encierran mi descanso. Es ahí, en ese sueño, donde brotan los deseos, mi lengua en llamas encalla entre sus dientes, explora alguna que otra muela torcida, devora el néctar de sus besos y paladea el gusto de sus labios. Mis manos, deslizan sobre su piel las caricias llenas de escándalo y mis dedos se anclan en sus nalgas descaradamente. Es el brote de una tormenta mágica, milagrosa, donde el amor navega en una barca de esperanza. Recorre libre el mundo del ya nunca jamás, bebe con goloso hartazgo de todos los pliegues, de las cimas rosadas, del bosque y la locura,

Pascual Marrazzo ©