martes, 27 de octubre de 2009

La psicóloga

Hola lectores
Desde un gris día de primavera, les envío "La psicóloga" Un cuento de enfermedades modernas y complicadas.
Un abrazo
Pascual


Con respecto a la compulsa del cuento "La equivocación" les daré el resultado este fin de semana.

LA PSICOLOGA



Alfredo Palferro, el hombre de empresa más exitoso del país, había bajado del trampolín más alto al que pudo subir, para caer en la moderna dolencia de la depresión y el stress.

La penosa enfermedad lo llevó muchas veces al borde del suicidio, pero al fin zafó. El cuidado profesional e intensivo tuvo éxito y Alfredo volvió a disfrutar de las veredas de Buenos Aires.

Pero en el afán de curarlo, los psicólogos le habían hecho sepultar su pasado y Palferro se preguntaba en qué rincón había escondido su infancia. No le habían dejado ni una ventana, ni una puerta hacia la parte de atrás y, lejos de estar liberado, comenzaba en él la angustia de no encontrar las palabras dichas, los amores vividos y fundamentalmente la experiencia de vida. Esta última, era como no saber de la sal ni del azúcar, amor puro o engañoso.

La Doctora Susana Streiber comenzaba a darse cuenta del error profesional. Si bien ella no era totalmente responsable ya que no dirigía el modus operandi, se sentía muy involucrada por el empeño que había distinguido su participación y por el cual había sido todo un éxito el tratamiento, que ahora, bien a las claras, era un terrible error.

A la angustia de Alfredo se le agregaba el enamoramiento y una dependencia que la misma Susana inconscientemente había generado con su terapia. Y esto, que según Freud, es completamente normal, en este caso era un drama, porque ponía en duda las intenciones profesionales de la doctora.

Palferro no podía recordar a su ex esposa, su pasado no le permitía explorar lo que de alguna manera había sido un peso más para su caída.

A la Dra. Streiber no le disgustaba verlo rendido de amor y lo disfrutaba todo lo que podía. Pero cómo decirle, cómo explicarle sin que se apague la luz, que ella era su ex mujer.

Pascual Marrazzo ©

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