jueves, 24 de febrero de 2011

Una mujer hecha de sueños

Hola lectores

Desde un día azul y blanco de verano, les envío “Una mujer hecha de sueños” Un raye de búsqueda constante, pero con la mira puesta en una sola mujer. (si está hecha de sueños, lo deciden ustedes).

Un abrazo

Pascual

En la memoria de mi saco de experiencias llevo una mujer hecha de sueños;.A veces me encuentro con otras que saben teñirse el cabello, sorprenderme con unas piernas más largas o el distinto color de sus ojos. Pero cuando se van, la mujer de mis sueños reaparece en mis pensamientos, siendo siempre la misma. El amor que le tengo es un relámpago que sabe a miel, a miel de mujer, esa que me da la vida y parpadea en mi estómago para quitarme el hambre. Por las noches, cuando voy a su encuentro siempre elijo un nuevo camino. Se trata de un tesoro protegido donde no quiero llevar la envidia.

Para que no se me note la alegría en la cara o en mis ojos, sólo me dejo acompañar por el goce escondido entre mis ropas. Llevo palabras importantes para decirle, pero siempre hay unas que no puedo repetir y el dolor de no usarlas me imprime la tristeza: “Te amo, te amo con toda el alma”. Es la timidez de un hombre maduro que todavía tiene el corazón encendido y quiere resucitar una flor marchita que se ha despedido del amor.

Pascual Marrazzo ©

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