domingo, 11 de julio de 2010

A la deriva

Hola lectores

Desde una noche dominguera de invierno, después de un fuerte viento y del triunfo español, les envío “A la deriva” Un raye que muestra un amor, una premonición

Y un desenlace en forma metafórica.

Un abrazo

Pascual




A LA DERIVA



Mientras una música de sirenas aullaba en mis oídos, timoneaba la proa entera de su cuerpo sin siquiera tener un salvavidas. Era de prever, que en aquel mar de amor, me ahogaría. Tenía un simple bote para llegar a su alma y ella necesitaba un barco. El brillo del mar abierto invadía el color café de sus ojos y con ellos me cegó. Socavó mis huesos oxidados y desnudó mis sentimientos. Ahora nado a la deriva sin querer volver a la rompiente de su playa pedregosa. Quisiera encallar en un regazo de arena blanda, abrazarlo entre puntillas de espuma, recibir un aguacero que me alivie y un beso del recuerdo… para seguir viviendo.

Pascual Marrazzo ©

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