lunes, 27 de abril de 2009

Verde

Hola lectores

Desde un maravilloso día de otoño azul, les envío "Verde" Un cuento que rescata un personaje de un barrio de Buenos Aires. Hoy ya casi no se ven. El tiempo es un borrador infatigable. Entren a mi blog: http://pascualmarrazzo.blogspot.com , hay unos renglones de Roberto Arlt, imperdibles.
Un abrazo
Pascual

VERDE

“¿Si verde estás así, cómo estarás madura?, Pri, pri, papá, papá, papita pal loro…”

Todo lo pensé y todo me lo guardé, que lástima ser un gorrión y no un canario pa´cantarle algo lindo a la mina esta.

Camina como una diosa y su vestido verde le marca toda su… ¿como se dice?... sensibilidad, no, su sensualidad, eso sensualidad. No es muy jovata ni pebeta, pero ese verde le sujeta la edad… le sujeta y las otras cosas también. Pielcita morena… invitadora y dulce como la miel… ojos negros… como las manchas de betún en las medias blancas, viste.

Que maquinita mamita, como me gustaría ser el Tito pa´seguirla y chamuyarla hasta que afloje, porque el Tito sí que tiene pinta, pinta y labia pa´vendé la lombrí. En cambio a mí se me atraganta todo y eso que yo siempre me digo: Te tené que animar laucha, alguna vez tiene que ser. Yo siempre me acuerdo lo que le dice el Tito y cuando quiero decí lo mismo se me hace un nudo, se me hace; como el otro día, cuando él le dijo: “Chau traviesa”. Casi la derrite, ella le mostró todos los dientes, le mostró, hasta las encías y los ganchos se le vieron a la Leonor… la que trabaja en la tienda del miseria. Después, cuando yo quise decí lo mismo… y eso que me acordaba y estuve practicando, chau traviesa… pero los nervios, no se, cuando la tuve a tiro me salió: chau guaranga. Me dejó un zumbido en la oreja, me dejó; eso sí cuando se enteró el Tito casi la amasija, porque el Tito e´bien macho y ademá e´mi amigo; le dijo que me tenía que pedí disculpa, que no sabía aguantá una joda… Yo le dije que la dejara, que era culpa mía, despué el Tito me dijo que no me animalara… no, que no me amilanara, ahora si me salió, eso quiere decí que hay que seguí pa´delante y ademá me dijo que yo no era meno que nadie, que porque me falta un brazo uno no´e meno, al contrario e´má, porque yo trabajo ma´que otro y e´cierto porque, que laburo, laburo. Y me enseño un motón de cosa má, me enseñó… como esa que dice: “Si me acompaña tu dulzura, tomaría mate amargo toda la vida”… Yo no entendía, pero él me lo explicó: “quiere decí que ella e´el azúcar que le falta al mate que va´tomá. Qué te parece, no´e un bocho el Tito? Que imaginación loco, que imaginación…

Uy… ahí viene de vuelta la nami de verde, te tené que animá laucha, eso sí, palabrota no, el Tito dijo: “Si te equivocá no importa, pero palabrota no, acordate, a las señoras decile señorita, eso sí les gusta.”

Ya la tengo cerca… voy a empezar con señorita como dice el Tito… eso, eso señorita: Señorita, señorita… ¿se lustra señorita?

*Pascual Marrazzo*

Del libro: “Los cuentos de Pascual”

Editorial Nosotros El Sur

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