lunes, 6 de abril de 2009

Desprendimiento

Hola lectores
Desde un día gris, donde el otoño recién comienza a mostrarse con algunas hojas amarillas, les mando "Desprendimiento". Un cuento breve que escribí hace unos años cuando la sociedad discutía.
Un abrazo
Pascual


DESPRENDIMIENTO

Los médicos miran incrédulos, me revisan, dicen que todo está bien, que muy pronto habrá una nueva vida. Los pobres tontos se creen hacedores, burladores de la naturaleza. No se dan cuenta que no existe lo antinatural, sólo el desorden y éste, es parte de nuestro universo ¿O no?

Se que no estoy muy bien mirada por la sociedad, pero a mi no me importan los prejuicios de las costumbres. La vida si me importa, por eso estoy aquí, porque conozco la arena cálida y el baño del río. Porque salí del reposo de la vida para fundirme en vientre, vientre extraño, pero vientre al fin. Se que no tengo nada que ver con los óvulos y cromosomas, pero me han puesto a cumplir una función y aquí me encuentro acunando la vida, contando latidos.

Cuando el niño vaya a sus padres estaré feliz de haber ayudado ¿Y qué hay de malo en eso? Ahora resulta que ayudar a la perpetuidad genética es un pecado social. Como si Dios no existiera en los laboratorios ¿O acaso alguien duda de que esté aquí? No se puede condenar la prestación de un servicio de amor ¿Quién reniega del amor en cada elemento de la vida?

Los médicos están felices, el experimento resultó… Se lo llevan.

A nadie le importa mi desprendimiento, siento nuevamente el frío del vacío, de la soledad. Unas manos torpes que me tropiezan, ruedo y caigo para estallar en minúsculos cristales de probeta.

Pascual Marrazzo ©

Del libro “Los Cuentos de Pascual”

Ediciones Tu Llave, colección Nosotros el Sur

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