jueves, 3 de junio de 2010

Regreso

Hola lectores

Desde un día gris de otoño, les envío “Regreso”. Un raye que trata de las heridas del amor, las que terminan venciendo y marcan el regreso.

Un abrazo

Pascual



REGRESO



Cargo instintos fatigados de sentimientos que modifican la humanidad del amor y exasperan ciertas delicadezas del sexo. Ensueños de edades tempranas, libertad de besos y quejas de huesos y tendones. No sé muy bien si es nostalgia o deseo, deseo de volver a tener rojo el corazón. Vengo de gastar mi tiempo de soledad sin poder dejar el lastre de presentir, prevención inútil de jugar en contra, de sospechar, hasta de las suertes. Uno no puede regresar por una economía de palabras que no se dijeron en su momento, no existe una manera de renovar los pecados. Me da miedo presentir, que detrás del telón de los misterios, el instinto me guarde la pasión. Y cómo no regresar si la mujer que yo amo tiene una mirada tierna y una boca tentadora, vive un poco en su casa y el resto en mi corazón y aunque parezca una niña de pelo desordenado, sabe hacer las travesuras de mujer enamorada, desespera los sentidos cuando se mete en mi cama.

Pascual Marrazzo ©

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