miércoles, 18 de mayo de 2011

Los tres amores

Hola lectores

Desde un día azul de otoño, les envío “Los tres amores” Un raye que pretende de una manera sencilla, mostrar que el amor está en todas partes.

Ayer y hoy tuvimos la suerte de una luna nocturna que nos sorprende por la mañana.

Un abrazo

Pascual



LOS TRES AMORES


Una hoja aferrada al roble, sin resignarse al otoño pregonaba su agonía, era un llamado desesperado. Tanto, que aquel zorzal la liberó de un picotazo. Ella revoloteó enloquecida por la brisa, subió. Subió sedienta en busca de otro pájaro. Más abajo, en el campo, el viento hacía bailar una espiga de trigo alrededor de un cardo. Él no sabía de alegrías, sólo que sus espinas la podían lastimar. Ella desperezaba su trenza dorada sin temer su roce, sin miedo a llorar. Entonces él floreció y le inclinó el capullo para que lo bese sin causar dolor. Aquí en el granero gruñía una cadena que no me dejaba desatar el corazón. Con su trampa de eslabones perdidos entre herraduras de la buena suerte y clavos retorcidos, sacudía los gritos rotos entre un conjunto de hierros enmohecidos. Ahí, donde cuelga tu amor y tus silencios.

Pascual Marrazzo. ©

1 comentario: