sábado, 21 de enero de 2012

Diálogo I

Hola lectores
Desde un día tormentoso, gris y oscuro, les envío "Diálogo" Un cuento, no tan cuento, para despertar a los que han perdido la vocación de buenos maridos.
Un abrazo
Pascual



DIALOGO I


• Tenés que dialogar – me dice Luisa -- no podés seguir así.
Y yo trato, hablo hasta por los codos, pero él no me contesta y sigue leyendo el diario y yo le tengo paciencia y espero que lo lea todo. Espero, pero él se levanta satisfecho, aspira el aire y prende la tele. Y yo,.. Yo estoy por explotar, voy a gritar, el aceite me espera caliente en la sartén y voy poniendo las albóndigas que una a una me van diciendo: ssssss, ¡Que me calle! Y las lágrimas salen crujiendo desde mis ojos y se hace el milagro. El habla, grita, discute, cambia impresiones con el locutor del partido de fútbol que está mirando y pienso “y si me pongo a jugar a la pelota, que ridícula y si me desnudo en la cocina y lo interrumpo con el cigarrillo en la boca. Me desnudo sí, pero el cigarrillo no, me da vergüenza “.
Al fin me desnudo y empiezo a limpiar el piso, refriego y refriego el trapo gris, lo llevo hasta debajo de sus zapatos. El levanta los pies, pero no me mira, no se da cuenta que estoy sin ropa. Tocan el timbre, ni me mira ni se inmuta. Insisten, el timbrazo es más prolongado, se oye más fuerte. -- ¡Atendé! Me grita y yo, yo hago coraje y atiendo desnuda, para vengarme.
Pero es Luisa que se lleva las manos a la boca y pregunta -- ¿Qué estás haciendo en pelotas?..
Estoy ¡Estoy tratando de dialogar!
Pascual Marrazzo©

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