viernes, 15 de octubre de 2010

Basta

Hola lectores

Desde un día gris de primavera, les envío “Basta” Un raye que muestra el derrotero de un amor que roza la utopía y se cansa de soñar sin concretar.

Un abrazo

Pascual


BASTA


La distancia es un desierto que devora al tiempo en las fauces del olvido y sin ti a mi lado, la siento como a una idiota desobediencia. Un bosquejo de inútil rebeldía que sucumbe en tu recuerdo. Te sueño coqueta y terciopelo, aroma y frescura. En mis retinas despiertan las acuarelas y aletean mis parpados. Nuevamente el espacio se interpone entre nosotros y la imaginación me acompaña con unas grandes alas. Entonces trepo al dintel más alto y me desvanezco en el cielo. Emigro como las aves, me elevo para poder sobrevivir, sorteo la tormenta y el frío. Llego y enciendo tus mejillas, espanto tu palidez, avivo el fuego y me regocijo en la fantasía de los enamorados. Es una diversión casi telúrica que enaltece el juego de espía receloso. El jarabe que somete a las sombras hasta los límites de la claridad y el alimento de asombros que puebla de secretos a esta diaria ceremonia. Desabrigo este absurdo atavismo y busco en mi equipaje los ayeres vacantes o inconclusos. Es hora de partir, vencer el encierro terrenal, cambiar de color y soltar amarras. Es hora de encontrarnos piel a piel, abrirle la puerta a la travesura más sublime, embargar el camino que nos separa y caminar sobre la envidia. Dejar el arte de soñar y aprender a tenerte entre mis brazos.

Pascual Marrazzo ©

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