lunes, 7 de diciembre de 2009

El angelito de la guarda

Hola lectores
Desde un día gris de primavera, les mando "El angelito de la guarda" Un cuento que juega con las fantasías de un niño y la incomprensión de los mayores.
Un abrazo
Pascual
MAÑANA HAY QUE ARMAR EL ARBOLITO

EL ANGELITO DE LA GUARDA


“Te va a cuidar, te va a defender” - decía mi Abuela.

En cambio la Tía, mas arpía que Tía, me decía: “o tomas toda la sopa o llamo al viejo de la bolsa”.

En ese debatir de niño veía al Ángel que mencionaba la Abuela y me lo imaginaba como al príncipe valiente, con los atributos recibidos del Rey Arturo.

Era seguro entonces, que el día que no quisiera tragarme los dedalitos, mi Ángel se enfrentaría al viejo de la bolsa y con semejante espada, le cortaría la cabeza.

Así que en ese convencimiento, aquel día tomé la decisión, y no el brebaje. Quería desprenderme de una buena vez de las amenazas de ese horrible viejo.

La Tía me calentó el traste con la zapatilla y que hablar de sentarme a la mesa, Ahora acostado boca abajo, busco despertar a los Ángeles del sueño y preguntarles por el viejo de la bolsa, por mi Ángel guardián, por la bigotuda de mi Tía y por mi Abuelita.

Cuando sea grande me tengo que acordar, porque con la edad se pierde la coherencia. No apareció el Ángel, o el viejo de la bolsa y ni hablar de mis privilegios.

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