martes, 29 de diciembre de 2009

El andén número doce

Hola lectores

Desde un día gris y fresco de verano les envío “El andén número doce” Un raye que intenta separar la ansiedad de entrar a un año nuevo sin percibir los momentos felices del vagón número doce (como si todo lo bueno va a ocurrir el año entrante, no hoy).

Un abrazo

Pascual



EL ANDEN NÚMERO DOCE



Estamos en el andén número doce, prontos a subir en un nuevo tren, con las ilusiones de conocer nuevas estaciones.

Nuestra alguna vez esperanzada locomotora fue dejando los vagones y de ella sólo nos queda una desvencijada máquina, pronta a decirnos adiós.

No es que nos abandone totalmente: nos deja la nostalgia, los encuentros y las despedidas.

Estamos en el anden número doce y sólo pensamos en un nuevo tren, caminos de caricias, caminos sin espinas.

Soñamos nuevos amaneceres, nuevas lluvias, nuevos amores.

Estamos en el anden número doce y nadie se anima a encontrar este momento, este pedacito de hoy.

Tiempos de vida no renovables, tiempos de vida que se esconden en nuestras narices, tiempos de vida que se nos escapan quedando en los vagones vencidos.

Escondidos en esos refugios, sin certificados de asistencia y sin memoria, por no haber sido vividos.

Pascual Marrazzo ©

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