Hola lectores
Desde un día azul de verano, les envío “La hoja y el corcel” Un raye que produce una metáfora y una fantasía con varias interpretaciones.
Un abrazo
Pascual
Prendida de un roble, una hoja aleteaba como un pájaro herido, parecía desesperadamente aferrada, como si de ello dependiera su vida.
Yo era un caballo hiriendo la alfombra ocre de las hojas y entre manchas amarillas y rojas husmeaba mi hocico bajo el manto, rescatando la hierba, resoplando aquí y allá en la desesperación de la última cena.
Cuando a la espesura del paisaje se la llevó el invierno se me fue enfriando el corazón, la nieve cubrió los espacios vacíos y trajo el silencio de los sepulcros.
Fue en ese instante y no antes cuando la hoja produjo un chasquido y se hechó a volar. De ahí comprendí que ella no se resistía al viento, sino al roble.
La seguí con mi alma, volaba y volaba. Como un corcel alado.
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