lunes, 7 de septiembre de 2009

El arrepentido

Hola lectores
Desde un lunes gris de invierno, les envío "Arrepentido" Un cuento para que reflexionen aquellos que tienen malas intenciones y sepan a que atenerse después con la conciencia.
Un abrazo
Pascual



EL ARREPENTIDO



Desde mi ventana, la del altillo, podía ver la paloma herida bajo la lluvia, luchaba para no caer de un hueco entramado del abedul. Verla, me acurrucó un poco más en los propios sueños heridos de mi alma. No era el primer día; era un cúmulo de amaneceres tristes que se sucedían, desde que sucedió lo sucedido en las ausencias dolorosas que huelen a cuento.

La lluvia se encarga de invadirme. Unas gotas que juegan a salpicar y a imponer un matiz perlado en mis mejillas, me traen una nostalgia rebelde, ganas de escribir su nombre sobre hojas negras.

La paloma cae, se sacude en la tierra recién removida y se arrastra, pero mi gato la estaba esperando y se la lleva para hacer su carnicería en privado, sin derroche de sangre.

Una oleada de calor me trajo ganas de vestirme de rojo y escupir el luto obligado.

Había decidido no depender más de sus mates sin palabras, sin ruidos ni en la bombilla. De sus noches de ausencias, de sus tristes dolores de cabeza, de ese humor mañanero de mierda, de los saludos amargos y a distancia.

Pero la vida tiene códigos que sólo se aprenden en el camino. Hace siete días que la maté y la extraño. Carajo que la extraño.

Pascual Marrazzo ©

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