lunes, 14 de mayo de 2012

Esperando a mi dueño


Hola lectores
Desde un día azul de Otoño, les envío "Esperando a mi dueño" Un cuento de fuerte contenido a través de una metáfora y un cierre de cuento.
Un abrazo
Pascual



ESPERANDO A MI DUEÑO


Me siento muerta en mi cuerpo vacío; acostada espero a mi dueño que seguramente, hoy también volverá borracho. Las luces de las hendijas del rancho se van apagando para enseñar la noche. La noche que espera mi voz, mi llanto.      Es preciso que él llegue, que me toque; que llene mi cuerpo de vida con sus caricias; con su aliento de vino, con su voz entonada por la bebida. La bebida… todo comenzó con ese vaso siempre a mano, con la separación de su mujer. Ella tomó tantos celos de mí, que un día estalló… ¡O ella o yo! Y me fue fiel, fiel para que le apañe las lágrimas, para consolar la falta de sus hijos. Fiel para entretener sus manos; para que esté siempre lista, esperando, callada y resignada a vivir por él.
El ruido de la puerta me anuncia su llegada; la luz esparce su brillantez sobre mi cuerpo desnudo. El camastro se inclina bajo su peso; sus manos bordean mis formas de mujer, acarician mi pecho encordado. Siento que revivo, que vibro; a mi boca redonda le cuesta contener el silencio. Sus labios se mueven en susurros de canto y sus manos como garras desprenden de mi pecho; la música… de guitarra enamorada.

                                                                                                                                        Pascual Marrazzo ©
Del libro “Los Cuentos de Pascual”
Editorial Tu Llave colección: Nosotros el Sur

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