Desde un día pesado de verano, les envío “El peso del silencio” un raye donde se destaca el contenido de los silencios.
Un abrazo
Pascual
EL PESO DEL SILENCIO
Mi silencio y una inclinación profunda para poder oír el mensaje, para hacer de éllo que sentía. Excitadainocenciainfantil depoderestarjuntos yvolarenunasilla rota, precipitarse, avergonzarse y padecer la vida. Sorprenderme de mis ganas, mis recreos y valentía. De abandonar la suerte, morder manzanas sin perder los dientes, volver a cocinar, preparar el mate con café y volver a tener mujer. Sin el silencio irresistible de la espera, ésta,es una ansiedad, una eternidad de dolor, es la que le dice basta a tus pulmones. En la guardia de que hospital voy a quejarme por la respiración, si el jadeo de un cuerpo que huye a cada instante, proviene del dolor del alma. No es el peso del sobrepeso, no es una cuestión de obesidad. Hay una historia donde pesan más los pecados ocultos que los años. El engaño es el resultado de las cenizas frías, es la hora de pagar por las semillas mal sembradas, la hora de cosechar espinos y sangrar hasta el alivio.
Para Pascual todos los días tienen un cielo azul. Nos manda cotidianamente un mail a sus seguidores. Post que nos levanta el ánimo, nos da fuerza para trabajar y seguir adelante. Con calor, hielo, piquetes, viento o tormenta, nos enseña a mirar la vida con otros ojos, a escribirla con otros puños. Por eso, para hacer esta vida aún más pública, se me ocurrió publicarla, desde un valle que para él estuvo siempre lleno de pasiones.
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