Desde un día azul de verano, les envío “Depresión”, un cuento donde una piensa en la común “depre” , otra en el enamoramiento de otra. Y uno simplemente enamorado de lo que podría ser. (Esta vida es tan complicada).
Un abrazo
Pascual
DEPRESION
Manuel Ramírez estaba deprimido, --“le agarró la depre y ahí anda medio perdido” decía Doña Remedios, su madre. Pero Morena, su novia, afirmaba que se había enamorado de la otra. Lo cierto es, que Manuel ocupaba un sitio colmado de desvelos. Habitaba la locura de sus sueños como una tormenta que transita el deseo. Navegaba huérfano de bitácora por sus siestasfugaces y soñaba con olas encrespadas que lo ahogaban. Despertaba siempre en el abismo de su aliento, pronto a estallar en la desmesura de un resplandor. Luego lo invadía un oasis de sosiego y olvido. Espacio necesario que lo rescataba de las consecuencias nefastas de un suicidio. Pequeños rescates que desalojaban la tristeza y mostraban un sendero inexplorado que Manuel no se animaba a seguir. Prisionero de si mismo, la cárcel más tenebrosa que tiene el ser humano, cumplía una condena de amor. Amanecía pensando en matarse, matarla o matarlo y se enredaba en la pasión, el embrujo y la ausencia. Frecuentemente diluía los riesgos en la quietud del horizonte y continuaba descolgando lágrimas. Derramaba elixires en su alquimia desde una cascada crujiente, esperando el milagro de un relámpago. Una señal encantada y cómplice que le devuelva la armonía, la ternura y el perfume de Morena. En otra mujer dulce, inventada por él mismo si fuera preciso y con su presencia invadir todos los rincones. Barrer con escoba nueva los trastos húmedos y liberarse de todo lo que la vida le había quitado. Transformar así la traición en gloria y volver a morder con placer. Indómito y bravío retomar un surco nuevo. Escapar de su celda distraída y encontrarse con su lengua traviesa a la vuelta de la esquina, para recomenzar la vida.
Para Pascual todos los días tienen un cielo azul. Nos manda cotidianamente un mail a sus seguidores. Post que nos levanta el ánimo, nos da fuerza para trabajar y seguir adelante. Con calor, hielo, piquetes, viento o tormenta, nos enseña a mirar la vida con otros ojos, a escribirla con otros puños. Por eso, para hacer esta vida aún más pública, se me ocurrió publicarla, desde un valle que para él estuvo siempre lleno de pasiones.
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