Hola lectores
Desde un día azul de verano, con las pilas gastadas o renovadas del fin de
Un abrazo
pascual
QUIERO REPETIR
La luna remontó como un barrilete haciendo brillar los adoquines del viejo San Telmo. Desde un tejado recibió el zarpazo de un gato y una lechuza disfrazada de BATMAN se asomó a su ventana para mantener la mística.
Yo estaba pendiente de un balconcito bajo, de luz tenue y amarillenta; salpicado y perfumado de jazmines. Mi corazón galopaba desaforado como si no tuviese jinete. Salido del andar ausente, ahora se encontraba desgajando milagros de amor, recordando un intervalo entre el nacer y el morir: (Una pequeña quimera de fuego que nos regala la vida después de la escarcha del invierno. El gozo de un fruto mordido por primera vez, un gusto sin memoria, sin recuerdos. La ternura traslucida en sueños y vaivenes adormilados. Audacia pecadora de los ojos y las manos, aroma de mujer humedecida y sábanas de sombras y silencio. Flechas marcando el camino de los besos y el destino de
La puerta del balcón acaba de entornarse, es hora de trepar para alcanzar el cielo. Saciar el hambre acumulado de esta pequeña fisura del tiempo. Rescatar otro gajo de amor irrepetible, por conocer su sabor, y apasionante por haberlo probado. Tengo que subir al cielo como un pájaro, volver a perderme entre sus nubes y volver a verme cara a cara con la luna.
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