Hola lectores
Desde un día azul de verano, les envío “El vaso de arena” Un cuento de Reyes Magos, mezclado en los avatares de la guerra.
Un abrazo
Pascual
EL VASO DE ARENA
Camile era Libanesa y no estaba segura de recibir el presente de los Reyes Magos en esa noche, pero puso las sandalias igual. Se acostó escuchando el tableteo de las ametralladoras que sonaban a distancia y alguno que otro tiro de fusil. La guerra civil no daba tregua y los Reyes tal vez no se animarían a pasar por Beirut. A pesar de todo, el sueño la venció.
A la mañana siguiente en una de sus sandalias encontró un vaso lleno de arena. La ansiada muñeca o el juego de té, estaban ausentes.
Su padre enrolado en la milicia cristiana, estaba lejos de atenderla y su madre habituada a los sufrimientos, le dijo que sólo ella debía encontrar el significado del regalo.
Pasaron los meses, creo que transcurrían los primeros seis de 1975 y el vaso adornaba el dintel calizo de la ventana de Camile.
El padre de la niña pudo volver al otro año, cuando un grupo de naciones intentó pacificar al país, la casa estaba semi destruida y de las mujeres se podía esperar la peor de las suertes.
El vaso de arena se encontraba intacto, pero de él había brotado una hermosa flor, fue lo único que rescató con vida.
Precioso
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