martes, 19 de enero de 2010

Ceguera

Hola lectores

Desde un día azul, sin una hoja que se mueva, les envío “Ceguera” Aunque duela, siempre es buena la compañía de una mujer (si hay alguno que piensa lo contrario, no lo culpo). De paso pienso en voz alta: Sabrán los políticos y los jueces que se enganchan el daño que provocan, o les es la vida tan fácil que no salen a mirar para afuera. Sé que somos ignorantes, es un reconocimiento sabio. Pero la ignorancia va separada de la estupidez humana, se dice que esta no tiene límites.

Un abrazo

Pascual


CEGUERA


Es de la ceguera del amor que me ha curado el matrimonio. Es ahora divorciado y desnudo que me atrapan los harapos de la vida. Es mi razón que corre y corre y mi corazón sólo late y viaja en pequeñas jornadas.

Cuando no existía la razón ni el presentimiento, tenía la arrogante felicidad de ser soltero. Ahora vestido de años y cargado de experiencias que pesan, busco nuevamente la ceguera, el abandono de la razón y un corazón que vuele.

Pascual Marrazzo ©

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