Hola lectores
Aclaro:
Un abrazo
Pascual
DEL OTRO LADO
Café humeante con medias lunas y políticos. Por fortuna yo, estaba del otro lado. La estadística estaba a favor de ellos y eran mayoría, pero yo, estaba del otro lado. Cuando hablaban, el humo de sus bocas se entrecruzaba y despedía olor a mierda. Otro motivo para que yo, esté del otro lado. Eran tan caraduras, que sus caras de hierro se estremecían y el óxido les salía por los dientes. Nunca les faltaban los cigarrillos y tenían la billeteras gordas. A pesar de ello, nunca crucé. Estar del otro lado y sin techo, me daba fuerzas.
Juzgaban los Doctores, que hay que eliminar el albergue y a los vagos (esto último no lo entendí, buscarían auto eliminarse). Mientras, yo me aferraba al sobretodo, acurrucado, esperando unos zapatos en busca de pomada, pero eso sí, del otro lado.
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