Hola lectores
Seguimos con los días azules y calurosos, ayer asistimos al último despertar
Entren al blog y difúndanlo por favor, son los únicos que me pueden llevar a
Un abrazo
Pascual.
LA ROMPIENTE
La arena de la playa todavía está caliente y me abriga la espalda. Es un día en que el cielo deshizo el algodón, lo tironeó y lo alargó formando figuras caprichosas que me volaron la imaginación. El sol ya está agonizante pisando el crepúsculo y gozo la mansedumbre de mis músculos.
Es en este precioso momento, que mi mujer comienza el rito de la rompiente. Capricho natural en ella amolar, romper la calma y el alma.
Tal vez tenga algo que ver con este mar, con las olas suicidas que unas tras otras, se estrellan contra las rocas. Se espuman de bronca, se revuelcan entre las piedras y sali
Pero yo sigo el ejemplo de la arena blanda y la espero; no le pongo reparos, dejo que se amanse en esas largas e intermitentes puntillas blancas, iguales a las de su enagua.
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