Hola lectores
Desde un día azul de verano sin tregua, les envío "la última", La historia
Un abrazo.
Pascual.
LA ÚLTIMA
El cansancio me amuró en una mesa arrinconada de penumbras. Bostezo remembranzas de hastíos y desfilan los vicios: reputonas, lenguas, lunares y mucha piel desnuda.
Una niebla de humo artístico compite de boca en boca, de nariz en nariz, arremolina y resopla entre los rayos de luz.
Ella se vuelca en mis rodillas y en mis hombros, pide una copa y me embrutece con su perfume. Sus piernas se enlazan y sus senos blancos se desatan del esqueleto. Resplandecen un par de botones rosados que reviven mi memoria, de cuando daban de mamar a los críos, a mis críos. El contraste me abarrota de recuerdos, desando recovecos de laberintos y me embolo en
Se colma mi angustia y me pregunto si tiene que ser hoy. Es la pregunta repetida de siempre; la que me lleva y me trae; la que enerva y repele. La que se remacha en mi seso y calcina mi amor enterrado.
Me dejo llevar por la incoherencia; ella se levanta, me invita a bailar, se menea, se refriega y se entrega. Me acorrala hasta el fondo del cabaret y abre una puerta. Aparece una imagen de muebles, gastada, repetida; pero que ahora, recién ahora sé que es
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