Para Pascual todos los días tienen un cielo azul. Nos manda cotidianamente un mail a sus seguidores. Post que nos levanta el ánimo, nos da fuerza para trabajar y seguir adelante. Con calor, hielo, piquetes, viento o tormenta, nos enseña a mirar la vida con otros ojos, a escribirla con otros puños. Por eso, para hacer esta vida aún más pública, se me ocurrió publicarla, desde un valle que para él estuvo siempre lleno de pasiones.